La Chica De Las Cartas [Temp.1] 💌 Melizabeth.

001: Buenas Noticias.

—¿En serio piensas seguir con eso? Ni siquiera sabes si las lee. —Comentó la pelirroja mientras le daba un mordisco a su sándwich. La peliplateada sólo miró atentamente el pequeño sobre blanco entre sus manos antes de suspirar y guardarlo en su bolso entre uno de sus cuadernos.

—Sé que es estúpido, pero me siento más ligera haciendo esto, Liz —Dijo, a la vez que tomaba la lata de refresco y la habría para beber de ella. Su mirada ni siquiera estaba fija en su mejor amiga, miraba más atrás de ella a cierto rubio de ojos verdes que parecía mantener una buena charla con su grupo de amigos. La pelirroja suspiro.

—Como quieras Elizabeth, solo digo al menos deberías tratar de hacer movimientos para acércarte más a Meliodas en persona y no solo a través de esas cartas —A penas esas palabras salieron de la boca de Liz, la peliplateada dejó de mirar a Meliodas para mirarla a ella y fruncir el seño, no hizo falta que hablara para que Liz entendiera—. Lo siento, ¿Si? Es que pareces estar enamorada de él, al menos deberías intentar tener algo con Meliodas.

—Creo haberte dicho que solo siento atracción por él, además de que no quiero una relación justo ahora y que él está saliendo de una —La pelirroja rodó los ojos y Elizabeth volvió a poner su vista en Meliodas para encontrarlo mirandola, él subió una mano saludandola con una hermosa sonrisa, inmediatamente subió la mano saludandolo también de forma amistosa—. Creo que me siento mejor solo con las cartas.

—Como sea, yo solo digo —Termino su sándwich, se limpio con una servilleta y se levanto, llamando la atención de Elizabeth.

—¿A donde vas? —No pudo evitar preguntarlo, ella era muy curiosa y hasta donde sabía su mejor amiga no tenía planes.

—A cualquier lugar lejos de ti y tu locura de las cartas —Antes de que la peliplateada pudiera reclamarle se fue perdiendo lejos de su vista. Estaba a punto de irse ella también cuando cierto pelinegro, mejor amigo de ella y hermano de cierto rubio se acercó y sentó frente a ella con una gran sonrisa.

—Hola, chica de las cartas —Sí, Zeldris ya lo sabía, era completamente consciente de que la chica de las cartas misteriosas de su hermano era su mejor amiga y había prometido guardar su secreto y no decir nada, lo que implicaba que tampoco le diría que hacia Meliodas con las cartas o si siquiera las leía.

—Hola, futuro cuñado —Bromeó—. ¿Algo nuevo para mi?

—Meliodas le termino a Zaneri.