Un segundo intento no le hacía mal a nadie, ¿O si? Por supuesto que no.
Camino decidida hacia donde estaba Meliodas con Zeldris hablando animadamente. Llevaba una carta donde le decía que ella era la chica de las cartas y le confesaba todo lo que sentía por él, solo que en vez de llevarla en un sobre blanco como siempre era un sobre rojo.
El primero en fijar su atención en ella fue el pelinegro y seguidamente el rubio que frunció el seño al verla. Tomó aire y vio como Zeldris, a quien ahora Meliodas le daba la espalda, le sonreía y le levantaba los pulgares en forma de apoyo, él sabía que ella intentaba conquistarlo más no lo que había sucedido anteriormente. Una vez frente a Meliodas con un lindo sonrojo le extendió la carta.
—Lo hice para ti —Admitió. La atrevida y segura Elizabeth no existía en ese momento, solo una tímida e insegura que estaba nerviosa al ver la reacción del rubio cuando supiera que ella su chica de las cartas. Una parte de su corazón se destruyó cuando Meliodas tomó la carta y sin abrirla la rompió en dos, la arrugó y la tiro a un bote basura no muy lejos— ¿Por qué...?
—Odio a las personas que andan detrás mio como tu —la apunto. Los ojitos bicolor de ella se llenaron de lágrimas—. Odio que personas como tú me den cartas creyendo que en serio las voy a leer —El pobre corazón de la peliplateada se estrujo—. Odio que personas como tú crean que en serio podría fijarme en ustedes. Te lo he dicho ya muchas veces y estoy cansado de repetirlo. Vete. Aléjate de mi. De verdad estoy cansado de verte la cara niña.
Elizabeth se quedó en silencio unos segundos ante la enojada mirada de Meliodas, luego sólo suspiro, le sonrió y dio media vuelta para irse con la mirada apagada. Acababa de ser humillada no sólo ante todos los que se encontraban en el patio de su preparatoria, sino también por su crush. Otra razón para no haber querido enamorarse.
—¿Y que es ella?
—¿Disculpa?
—Según tú, ¿Que tipo de persona es ella? ¡¿Eres un imbécil o que Meliodas?! —Pregunto el enojado pelinegro. Acababan de humillar a su mejor amiga, era obvio que no se iba a quedar de brazos cruzados. Las ganas de darle un puñetazo a su hermano en ese momento eran realmente grandes.
—¿A ti que te importa? Es solo una niña que cree que puede ganarse mi corazón.
—¡De verdad eres un imbécil! ¡No entiendo como pudiste hacer eso! ¡No tienes corazón! El karma es un hijo de puta y te va a golpear realmente fuerte Meliodas —Fue lo último que le dijo el enojado pelinegro, quien se fue a buscar a Elizabeth, dejando a un desconcertado Meliodas solo. Este solo podía hacerse la pregunta de por qué su hermano estaba tan enojado sin razón alguna, esa chica no era nadie importante, ¿O si? De todas formas él era quien estaba enojado, por culpa de ella su amada de chica de las cartas creía que él la trataría así de mal cuando no era así.
Meliodas miró al cielo pensando en su chica misteriosa, esperaba recibir otra carta ese día. De verdad quería saber quien era.
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La Chica De Las Cartas [Temp.1] 💌 Melizabeth.
Fiksi Penggemar¦Terminada.¦ Borracha no es la mejor manera de empezar a mandarle cartas a tu crush. Tampoco es el comienzo de una historia para contarle a tus nietos. Pero sin dudas si una muy divertida para recordar. «Querido Meliodas: No trates de esforzarte, es...