Dios no ha terminado su obra en ti

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Dios no ha terminado su obra en ti

Filipenses 1: 1-11

Estos meses he pensando en que carta podría estudiar para compartirla en mis redes sociales y me ha costado elegir. Filipenses es un libro que ha estado rondando mi vida mediante predicas, devocionales y personas que conozco. Dios me ha hablado y ha tocado mi corazón mediante varios versículos, así que hoy estoy abriendo mi biblia ansiosa por escuchar lo que Dios tiene que decirme hoy.

Vamos a adentrarnos en este libro en oración, pidiéndole al espíritu santo que nos muestre lo que quiere enseñarnos. Cada libro de la biblia es importante y sabemos que su palabra es viva y eficaz, por lo que estamos listos para escuchar lo que el Señor quiere decirnos.

Comenzaremos entendiendo el contexto de la carta. Pablo, siervo del Señor se encontraba compartiendo el evangelio. Su plan era llegar a Éfeso, pero Dios no se lo permitió, en lugar de eso Dios lo llevó a Filipos.

Cuando me detuve a pensar en este hecho, traté de ponerme en el lugar de Pablo, él tenía planes y creía que lo mejor en ese momento era predicar en Éfeso, pero Dios no lo quiso quizo en ese momento. Muchas veces nos encontramos como Pablo, tenemos nuestros planes hechos y el Señor nos dice no, quizás es un "No es lo que tengo planeado para ti" o quizás es un "No es el tiempo, por ahora tengo otros planes con tu vida".

Hace 1 año me gradué de la universidad, tenía mis planes, mis metas y mis sueños. En todo este tiempo, muchos de mis planes han sido frenados, puertas se han cerrado y otras se han abierto. Ahora sé que el Señor está direccionando mis pasos hacia donde puedo ser utilizada por Él de la mejor forma.

Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. (1-2)

Pablo fue de bendición para Filipos. Muchas personas llegaron al Señor y fueron salvas. Se formó una iglesia llena de amor y dispuesta a seguir predicando el evangelio que Pablo compartió antes con ellos. De igual forma el Señor puede obrar en tu vida, así no lo entiendas ahora, tu vida puede ser de bendición para los que te rodean, no importa en donde estes.

Continuando con la historia, Pablo terminó en prisión por predicar quién era el verdadero Rey, Jesús. Es así que, Epafrodito llega desde la iglesia de Filipos con donativos para que Pablo pueda sostenerse en la prisión.

3 Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros,

4 siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros,

5 por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora;

6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;

7 como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia.

8 Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo.

9 Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento,

10 para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo,

11 llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.

El amor que encontramos por sus hermanos en Filipos, en los versículos 3 al 11, es un ejemplo para nosotros como creyentes.

Debemos dar gracias siempre por las personas que el Señor ha puesto en nuestro camino y pedir por ellas, porque Dios tiene un propósito con ellos así como lo tienen contigo. En nuestro corazón debe estar esa unión.

Cuando estemos en dificultades al igual que Pablo, jamás nos olvidemos de ellos. Aprendamos a amar a los demás como Jesús nos ama a nosotros, con un amor que busca que nuestros hermanos también sean santificados y den fruto.

Siendo parte de la iglesia debemos anhelar esto, para que Jesús se lleve toda la gloria por lo que hizo en la cruz por nosotros.

estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo; (6)

Quiero regresar al versículo 6, ya que tocó mi corazón en gran manera, El Señor no ha terminado su obra en mí y tampoco lo ha hecho con nuestros hermanos. Esto me llena de esperanza y debemos compartir este sentimiento con la iglesia. No somos perfectos y Papito Dios con su misericordia está haciendo y hará grandes cosas con sus hijos.

Sabiendo que nuestro fin es la santificación, no debemos rendirnos por que sabemos que el Señor sigue obrando en nuestra vida, nos pule y nos transforma. Nuestro padre nos ama tanto, no se rinde con nosotros, El sabe que somos débiles, pero Él no nos desecha, al contrario, mira atentamente nuestras fallas y con paciencia sigue trabajando en nosotros. 

Sigues Obrando. Estudio Bíblico Filipenses. (Devocionales)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora