Dios está actuando todo el tiempo

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Dios está actuando todo el tiempo

Filipenses 1: 12-30

Como ya hablamos en el anterior estudio bíblico, Pablo estaba encarcelado por llevar la palabra del Señor.

12 Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio,

En el versículo 12 entendemos que Pablo no se encontraba en desánimo por su situación. Él logró ver que tenía un propósito con su posición en ese lugar y tenía la certeza de que Dios lo continuaba usando.

Hay tanta fe en Pablo que él logra ver un progreso en el evangelio. Esto me hizo pensar en la situación en la que estamos justo ahora, encerrados. Muchas iglesias dejaron de predicar en los edificios y locales y empezaron a compartir el evangelio en redes sociales. Podemos llegar a sentir que su palabra se frenó o que ya no somos bendecidos por que estamos encerrados, pero debemos tener la certeza de Pablo, y entender que el Señor hace grandes cosas y hará visible el evangelio en medio de esta situación.

Alcemos nuestra cabeza como Pablo y animemos a nuestros hermanos para que vean que su obra aún continúa.

13 de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás.

14 Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor.

El versículo 13 nos muestra cómo esta situación resultó en que toda la guardia pretoriana supieran de Pablo y sobre todo del evangelio. Incluso muchos vieron en Pablo un ejemplo, por que El ya no tenía miedo de lo que dijera el resto, por que estaba enfocado en lo que verdaderamente importaba y eso era compartir la verdad con el mundo, esa verdad que podía salvar a todos. Este tiempo le permitió escribir libros como Efesios, Filipenses y Colosenses.

El Señor me ha mostrado que, aunque parezca que no nos estamos moviendo, El esta haciendo su obra en nosotros, cada minuto de nuestra vida es importante, El no desperdicia nada. Pablo en su circunstancia, pudo dar ánimo a los demás. Transmitió gozo y confianza en el Señor.

Preguntémonos hoy, ¿Qué es lo que me estás enseñando? ¿Qué es lo que has puesto delante de mí para utilizarlo y actuar como tu quieres que lo haga? ¿En qué áreas de mi vida estás trabajando?

Recuerda esto, en donde el mundo te dice que no se puede sacar nada de provecho, Dios te muestra que puedes dar frutos.

15 Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad.

16 Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones;

17 pero los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio.

18 ¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.

Desde el versículo 15 al 18 vemos como muchos anuncian a Cristo, ya sea con un corazón en amor o en envidia, pero él no se fija en eso, si no en que la palabra está siendo compartida., mientras que esta sea el verdadero evangelio.

Ahora quiero hablar un poco acerca de el por que muchos predican por contienda y envidia. Muchos predicadores en esta época querían sobrepasar a Pablo en éxito, ya que de esa forma las personas hablarían de ellos y no de Pablo. Su enfoque no estaba en el evangelio, estaba en ellos mismos.

En estos tiempos de encierro podemos notar esto, ya sea en personas a nuestro alrededor o en nosotros mismos. Si estamos compartiendo el evangelio, ¿lo hacemos con un corazón en amor a la verdad o estamos constantemente preocupados por si les gustamos a las personas que nos leen, escuchan o ven? ¿Nos estamos comparando en nuestro servicio con otros hermanos? ¿Queremos que nos noten más?

19 Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación,

20 conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte.

Como vemos en el versículo 20, a Pablo no le importaba lo que los demás decían de él, él no se avergonzaba porque sabía que el señor se llevaría la gloria, aún si eso lo llevaba a la muerte.

Quiero cerrar este estudio, meditando en el contentamiento de Pablo plenamente en el Señor. Ya sea si la voluntad del Señor es que viva o que muera, él lo entendía como bendición. El morir nos lleva a ver a Cristo y el quedarnos a servirlo.

Debemos vivir así, agradecidos y de igual forma unidos en el mismo espíritu, preparados para lo que venga y sin miedo a lo que digan de nosotros.

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