Sigues Obrando. Estudio Bíblico Filipenses. (Devocionales)

Actuar como Luz

Actuar como Luz

Filipenses 2: 12-18

Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, (vs. 12)

Comenzamos estudiando el versículo 12. Pablo siempre predicó el significado de la gracia en la vida cristiana, reconociendo que la salvación no se puede ganar por esfuerzo propio. Al hablar en este versículo de ocuparse de la salvación nos muestra una vida cristiana que se mueve con intención y que tiene presente todo el tiempo que ya no servimos al pecado. Debemos ocuparnos en lo que Dios nos ha dado en su gracia.

Ocupaos en *vuestra salvación*. Esta parte tocó mucho mi corazón por que muchas veces como creyente y sierva de Cristo he caído en pensar más en lo que puedo hacer para el Señor, trabajando para servir a los demás y en la obra que Dios pueda hacer con mi vida, y no es que esto esté mal, el problema es cuando descuidamos nuestra relación con Dios.

Debemos empezar por nuestra alma, llenarnos de Él. Muchas personas necesitan de Dios y nuestra alma también, así que no la descuidemos. Y esto lo debemos hacer con temor y temblor, es decir con reverencia, entendiendo quien es Dios y asombrados por su gloria.

porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. (vs 13)

Soy una persona que le gusta complicarse las cosas, humanamente siempre estoy pensando demasiado en todo lo que puedo hacer con mis fuerzas y termino agotada por que no alcanzo con todo e incluso me detengo preguntándome ¿Esto debo hacer Señor? ¿Esto es lo que quieres de mi?

Este versículo debe calmar mi mente y mi corazón por que puedo descansar poniendo todo en manos del Señor por que sé que si Dios quiere que haga algo, Él pondrá en mi corazón ese deseo de hacerlo y si no se como hacerlo, Él también me dará todas las herramientas. Así nos dice a todos. No está en ti, no son tus fuerzas, ni tus conocimientos, ni tus habilidades, es Él quien está moviéndose en tu vida.

Lo mismo ocurre con nuestro pecado, muchas veces queremos dejar rencores, miedos, adicciones, entre otras cosas por nuestras propias fuerzas. Nuestra salvación viene de Él y esos cambios en nosotros también nos lo da El. Dios cambia nuestros deseos y pone mejores para cumplir su voluntad.

Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado. (vs. 14-16)

La manera en la que actuamos, el esfuerzo que ponemos para ir contra la corriente dejando de satisfacer los deseos de la carne no debe ser en medio de quejas, si no como respuesta a la gracia, a ese regalo inmerecido del perdón de nuestros pecados. Sabemos que no podemos ganarnos la salvación con lo que hacemos, por eso en respuesta vivimos con intención y buscamos responder al Señor agradecidos por lo que nos dio.

Esto me dejó pensando en la situación en la que se encontraba Pablo, en la prisión, donde humanamente muchos murmuraran contra el Señor o se revelarían. Como seguidores debemos buscar obedecer al Señor, no importa la circunstancia en la que estemos. El actuar bien y no pecar no debe depender de donde estemos.

Pablo dice otra gran verdad que no debemos olvidar, Somos luz en este mundo oscuro. El Señor nos usa porque es necesario que haya luz para que se evidencie la realidad del mundo. El estar en los lugares más oscuros no nos debe detener para brillar, más bien nos debe impulsar para alumbrar lo mejor que podamos.

No podemos ser luz si estamos separados de la luz. La única forma de reflejar al Señor es estando conectados con Él mediante una relación, leyendo su palabra, la cual nos hace fuertes.

Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros. Y asimismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo. (vs 17-18)

Pablo estaba comprometido en el servicio hacia los Filipenses, que se enfoca en el bienestar de ellos dejando como segundo plano su prisión. Él sabía que podía terminar todo ahí, podía morir, pero su enfoque le permitió encontrar gozo por que su muerte podía glorificar a Dios. Cuando nuestra vida está comprometida a servicio de Cristo Jesús se llena de gozo sin importar lo que pueda pasar.