Capítulo 25: Regalo enmascarado

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Esa tarde, todos los amigos y familiares cercanos de la pareja, estaban reunidos en el gran jardín de la casa de Mew y Gulf, diciendo unas dulces palabras a la luz de la luna llena, el dragón y el ángel sellaban su dulce amor con un beso, escuchando el aplauso de todos.

-Espero pronto nos den la noticia de que Gulf tendrá un hermanito.

-¡Mew!- golpeando al vampiro en el abdomen- No le hagan caso.

-No tendrá que esperar mucho- decía Yaya, viendo el rostro de sorpresa de su esposo y su hijo- Tengo tres semanas.

-Ustedes si que no pierden el tiempo ¿verdad?- decía el padre de Singto y mejor amigo de Nadech.

-¿Gulf, estas bien?- decía el ángel que notaba una mueca de dolor en su hijo.

-Este bebé será futbolista... no ha dejado de patear desde esta mañana.

-¡Mi hermanita ya quiere salir!-brincando de un lado a otro.

-¡Mild!

-Es la verdad- cruzando sus brazos con un puchero.

-Mas vale que no digas eso pequeño- decía New.

-¡Pero es cierto!- viendo como todos empezaban a discutir con él- Pero... pero...- viendo a Gulf dirigirse a la casa- Pero, papá Gulf... él....





Mientras todos estaban regañando a Mild, Gulf no dejaba de sentir un dolor insoportable por lo que optó por entrar a la casa y poder sentarse más cómodamente; Yaya que había visto todo, sabía que el pequeño tenía razón.

-¡Silecio todos!- decía el ángel- ¡Mas vale que todos hagan lo que les digo!

-¿Dónde está Gulf?- decía Mew preocupado.

-¡Pues si no te das prisa, tu hijo nacerá sin tu ayuda!- gritaba Mild- ¡Ella quiere nacer hoy!- viendo el rostro pálido de Mew- ¡Muévete, papá Mew!






Todos los presentes se movían de un lado a otro como si una bomba hubiera estallado, pero Gulf y Yaya ya estaban en la habitación esperando a que todos se calmaran.

-Son idiotas- decía Gulf mordiéndose en labio para reprimir un grito.

-Pero son nuestros idiotas- decía su madre sonriendo- Ahora deberás quitarte la ropa para que ese bebé nazca como se debe.

-¿Y me quieres decir como va a salir de mi?- empezando a ponerse nervioso- ¡Soy hombre!- escuchando la risa de su madre- ¿No va a salir de mi trasero verdad?

-Tranquilízate Gulf, no lo hará... saldrá de aquí- viendo una marca rojiza recorrer el abdomen del pastelero- Pero tu pareja deberá ayudarte, sino será muy doloroso... créeme- diciendo con tristeza, sintiendo la mano de su hijo.

-¡Mew, idiota!- apretando las sábanas.

-¡Traje agua!

-¡No necesito agua... te necesito a ti!- decía Gulf molesto soltando un gruñido, liberando sus escamas de dragón y cambiando sus ojos a un azul hielo.

Regalo enmascaradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora