Oh papi que rico.

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Lo miré, sus ojos, su sonrisa, su cuerpo trabajado, tenía sus abdominales marcados, músculos moderados en sus brazos y su vrga grande y dura. Dios mio como me encanta este hombre.

Ambos ya estábamos desnudos, tenía su pn ya muy erecto y no teníamos preservativo. Mientras, él seguía tocándose para seguir en calor.

Amor no hay preservativo, pero no me voy a quedar con las ganas. Le dije.

Yo tampoco amor, súbete, mira como te estoy esperándo.

Puse mis manos sobre su abdomen, mi parte con la suya y me la acomodé. Estaba muy mojada y era una de las pocas veces que lo hacíamos sin preservativo y se sentía mucho más rico. Me entró la puntita, comencé a bajar hasta que llegue a que me entrara toda.
Su cara de placer lo decía todo, la verdad se sentía muy rico, comencé a moverme, él me acariciaba mis bubies, mis caderas, sus manos eran grandes también.

Mientras comencé a brincar y a moverme, lento y luego más rápido.
Comencé a brincar cada vez más rápido, me encantaba escuchar sus suspiros de placer y yo no paraba de gemir. Mientras me movía sobre él comencé a besarlo, luego a su cuello.

Me estaba moviendo ya por un buen rato, él con sus ojos cerrados no paraba de gemir, yo seguía moviéndome rapido, lento, rapido lento. Obviamente con ganas.

Ohh mi amor me vas a hacer acabar si sigues moviéndote así, susurró Diego entre pequeños gemidos.

Mm si te gusta papi? Seguí moviéndome y le susurraba cosas al oído.

Ohh bb no pares, que rico, sisi muévete así amor. Ohh... oh.. ay.. ohh bb voy a acabar, gemía mientras sus ojos se ponían blancos.

Dale papi dame mi lechita, comencé a besar desde su cuello a su pecho sin parar de moverme. Dentro de un buen rato de moverme y ambos gemir, Diego estaba por acabar.

Ahhhmmm mmm ohh Dios, Diego puso su mano cerca de sus bolitas, ayy bebé ya no aguanto, para por favor. Habló entre gemidos.

Paré de moverme y me levanté, puso su mano sobre su miembro que estaba parado aún y lo mantuvo hacía su abdomen para acabar. Suspiró y tragó saliva.

Bebé, coges como si no te diera nunca, sonrió y se notaba su cansancio. Se limpió y me miró.

Le sonreí, ay amor, es que te veo así y mmm mis hormonas se alocan.

Ven, ponte en 4. Se levantó del sofá m.

Me puse en 4 apoyada en el sillón, Diego se puso detrás de mi y me susurró. Ahora vas a ver como es que te cojan como si nunca me dieras.

Quedé 😳🥵, era venganza? Papi no seas bruto, solo te pido eso.

No mi amor, no te asustes, solo cierra los ojitos y disfrútalo. Respondió Diego.

Acomodó su miembro y comenzó a penetrarme, mientras lo hacia me besaba la espalda, comencé a gemir, me estaba dando tan duro que mi trasero estrellaba en su cuerpo y mis bubies brincaban.

Ayy Diego... ahhh Dios. Yo tenía mis manos apoyadas en el sofá y gemia de placer.

Levantame el trasero amor, lo vas a sentir más rico, habló entre gemidos. Le hice caso y sentía mas placer, no paraba ni un segundo de penetrarme ni yo de gemir.

Luego de un buen rato de coito, estábamos disfrutando, muy rico pero yo no aguantaba, quería ya acabar, estábamos muy calientes.

Mmm ahhh papi, creo que ya no aguanto, ay ay, se escuchaban nuestros cuerpos golpear.

Relájate amor, me susurraba mientras me seguía cogiendo y tocando mis bubies. Yo no paraba de gemir, comencé a acabar, no aguantaba. Diego bajó un poco la intensidad y luego dejó de penetrarme.

Oh Dios amor, me tienes muy caliente, me susurró y luego me ayudó a limpiarme.

Estabamos muy agitados, nos acostamos en la cama y nos tapamos, lo miré y sonreí. Me miró y sonrió.

Que rico bebé, dijo entre suspiros aún.

Shi, sonreí tierna.

Nos acomodamos y nos quedamos dormidos, ya eran casi las 5am y debíamos ir a casa pero como las 8am. Diego se quedó dormido muy rápido, yo me quedé mirándolo hasta que me quedé dormida.

Realmente este hombre era mi deseo, mi obsesión...

Eres mi deseo, mi obsesión. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora