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Farey

Las lágrimas bajaban por nuestras mejillas a montones mientras hipabamos y sollozamos con tal fuerza que cualquier que nos viera se preocuparía.

Ciro y yo estábamos llorando como dos Magdalenas sin consuelo alguno mientras mirábamos el cuerpo de Thiara tirado en el piso.

Mi mejor amiga había sido poseída por un demonio y no teníamos las cosas suficientes para hacer un exorcismo.



Varias horas antes

El sol iluminaba mi rostro causando la mejor sensación que pudiera existir en el mundo.

Los días soleados en Telluride son mis favoritos sin duda alguna.

Pero la tranquilidad no puede ser siempre posible y menos cuando tengo a mis mejores amigas viviendo en el mismo lugar que yo.

Eso no existe, y si hubiera significaba problemas.

Por ello no me sorprendí cuándo Thiara, Chania, Persia y Rydel entraron de golpe por la puerta.

-Hola hermosa -saludo Chania con una sonrisa

-Hola guapa -me le acerque y deje un beso sobre su mejilla

-¿Algo nuevo que contar? -pregunté

-Tenemos una idea -Persia sonrío

En ese momento supe que no era una idea totalmente buena.

-Suéltalo

-Hagamos un campamento

Alce mis cejas mirándola.

-¿Me ves con cara de querer perderme en el bosque?

La única vez que había ido a un campamento me había perdido, tan solo tenía ocho años y por querer recorrer sola terminé perdiéndome por más de dos horas.

Esas horas fueron suficientes para que yo creyera que algún oso me iría a comer o que mis padres nunca me encontrarían o que viviría por siempre en el bosque.

Si, dramática desde pequeña.

Por suerte pudieron encontrarme, nunca más fui de campamento. No volveré a perderme nunca más.

-Estarás con nosotras -Rydel habló

-Como si fuéramos muy responsables -rodé los ojos

-Si tengo que atarte a mi lo haré

-¿Como niña pequeña?

-Si así no te pierdes

Solté un suspiró, la idea de ir de aventuras con ellas me atraía pero había algunos pequeños problemas.

-¿Y como haremos con los dos orangutanes que tengo detrás? -crucé mis brazos

-Podemos decirle que vayan, también a Ciro y Aurel -Persia sonrío

-Okey -suspiró aceptando

-Te dije que le dijeras que ellos irían e iba a aceptar -Chania murmuró mirándose las uñas-. Ya nos cambió por un par de pollas

Abrí mis ojos sin poder creer lo que había dicho.

Celos de amigas activados.

-Pero si son unas celosas -reí negando-. Nunca las cambiaría por un par de pollas, hay muchas y como ustedes no hay dos

-¡OW SI TIENE SENTIMIENTOS LA PERRA! -la rubia gritó mientras me apretaba entre sus brazos

-Oh cállate, ¿sí? -rodé los ojos

Mis Elegidos | #VD1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora