Capitulo 2

688 42 9
                                    

POV Dulce

Hoy es un día muy raro. Hoy desperté al lado de Anahí, ella se encuentra en casa, algo que nunca pasa. No se que hace aquí, no se que quiere y no me importa saber. Hoy tengo el día libre y pienso disfrutarlo. Me apetecía leer y tomar un poco de sol. Aquí siempre salía el sol y yo parecía nunca apreciarlo. No estaría nada mal broncearme. Gracias a mi área de trabajo tenemos un patio hermoso con una gran piscina y una vista increíble. Arturo dormía hasta tarde así que tenía tiempo.

Por fin podía usar algunos de los bikinis que me compré no hace mucho. Opté por el color negro, el negro siempre me ha quedado bien.

-Cada día te ves mejor-dije mirándome al espejo.

El bikini me quedaba espectacular, eso era de esperar. Me solté el pelo, busqué un libro, agarre mi cardigan blanco y baje a la cocina. ¿Será demasiado temprano para una copa de vino? Miré al reloj, era medio día, supongo que una copa no estaría mal.

-¿Cual será hoy?-susurré a mi misma mirando entre los vinos de la bodega.

¿Tinto, blanco o rosado?

Tinto. Zinfandel un clásico.

Saque la botella de su lugar, me serví una copa, agarre la botella de bronceador y salí al patio. Hacía más calor de lo que pensaba, tal vez me tendría que meter a la piscina.

Me senté en una de las sillas, tome un sorbo de mi vino y me comencé a poner el bronceador. Adiós piel blanca.

POV Anahí

Con cada respiro que doy siento que mi vida empeora. Tengo a mi hermana en el oído siempre tratando de controlarme, mujeres que hacen todo por meterse en mi cama por una pizca de dinero y una esposa que no me dirige la palabra, por eso me ahogo en el trabajo, nadie me puede molestar o decirme que hacer cuando trabajo.

Ayer llegue tarde que no es una sorpresa para nadie. La casa estaba oscura y silenciosa. Pude ver a mi mujer dándole la espalda a mi lado de la cama. Hace tiempo que no dormía a su lado. Sentí su calor, bueno un poco de su calor. Ahora es de día y Dulce no se encuentra en vista.

¿Que estará haciendo? Se que usualmente tenía los jueves libres pero ¿donde se metió tan temprano? Antes Dulce podía dormir hasta las cuatro de la tarde si la dejabas.

Baje a la planta de abajo para buscarla. De inmediato vi como no estaba en la sala ni en la cocina. Me acerqué más a las ventanas ahora viéndola sobre una silla leyendo con una copa de vino en mano. Su piel blanca brillaba, obviamente tenía algún producto puesto. Sin duda se veía hermosa. Hace tiempo que no la veo en ese tipo de vestuario. Una diosa, eso es ella. Hablarle, ese es el problema. ¿De que? No le puedo preguntar lo que está haciendo porque es obvio. Vi como aparto su mirada del libro y agarro su celular. Una sonrisa se posó en su cara casi de inmediato. ¿Que le hace tanta gracia?

Abrí la puerta de vidrio dispuesta a hablarle.

-Lindo día-dije.

Ella ni volteó a verme.

-Mhm-tomo de su vino y volvió a agarrar su libro.

Trague fuerte. Dulce siempre lograba ponerme nerviosa. No tenía que decirme algo coherente, solo con estar presente era suficiente para hacer mis palmas sudar.

-¿No trabajas hoy?-pregunto.

-No-conteste.

-Supongo que estamos iguales.

Su tono frío me asustaba.

-¿Y Arturo?-pregunte temblorosa.

Ella volteó a mirarme con una ceja alzada.

Cambio De Papeles [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora