Capitulo 8

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Varios meses después

POV Anahí

Los meses pasan y aún no encuentro la manera de decirle a Dulce de mis mal echos. Me he acercado más a ella y ella no se ha negado. Ya no somos compañeras de piso, ahora somos un poco más como amigas. Nada parecido a un matrimonio. Por lo menos no es tan fría conmigo como lo era antes. Parece estar indecisa al verme con Arturo. Como si no me quisiera cerca de él. Sinceramente no entiendo. Siempre supe que Dulce estaba media loca pero esto es muy diferente.

Cada vez que me miro al espejo, me siento diferente, me siento mejor. Se que me veo mejor y creo que los de mi alrededor lo están notando especialmente Sofía. Ya se dio cuenta que no la quiero y que nunca la voy a querer. Creo que herí su ego y sus sentimientos. Le he dicho en la cara que no la quiero, que no me gusta, que no me atrae. Sabe que papeles de despido están en proceso y se está desesperando.

He puesto el pie en el piso. No quiero a Sofía cerca de mi, ni de mi empresa, ni de mi familia. Ella ha intentado todo. Se me echa encima con ropa provocativa pero no gana nada. La he visto llorar con la pregunta, "¿por qué ella?". Siempre le respondo con lo mismo, "es mi esposa y la amo". Con eso, solo se echa a llorar más. O está obsesionada conmigo o está completamente enamorada. Enamorada de una mujer que no se siente igual.

Yo amo a Dulce, de verdad que si. Me siento como la peor persona del mundo y nunca lo dejare de decir. Nunca entenderé el porqué me metí con otra mujer cuando tenía a la mujer más perfecta del mundo esperándome en casa. Lo mío con Sofía solo fue una aventura emocional.

Mientras más me junto con Arturo, mis dudas van desapareciendo con el viento. Puede que se parezca a Dulce físicamente pero tiene una gran parte de mi personalidad. Lo amo y lo amo mucho. Me encanta oírlo reír. Sus carcajadas llenan la casa y suena increíble. Me ha enseñado con delicadeza e entusiasmo cada uno de sus trenes. Sus favoritos son el azul y el verde. No habla mucho, solo balbucea pero me he aprendido sus señas. Hace un puño cuando tiene hambre. Abre y cierra las manos cuando tiene sed. Cuando quiere jugar, solo trae un tren. Grita, "¡Ma!" , cuando quiere a Dulce. Hay muchas señas más que aún estoy aprendiendo.

Puede que esté haciendo algo malo pero cada vez que Dulce está hablando por el celular, intento oír su conversación. Desde ese día que mencionó un divorcio con su amiga, he estado muy preocupada. No me quiero divorciar, quiero arreglar las cosas con ella. La chispa que ardía en mi corazón se volvió a encender. Me doy cuenta que estoy completamente enamorada como la primera vez. Ella me encanta. Su carita hermosa, su sonrisa que me da mariposas en el estómago, sus dientes de dioses griegos, sus ojos de miel, su cuerpo de modelo, ¡todo!

Seguimos durmiendo en la misma cama. Solo hay cierto roces pero nada extremo. Solo el ocasional toque de pie o roce de mano. Me encanta abrir los ojos y ver el brillo de su piel blanca.

Mi hermana sigue insistiendo que le diga sobre mi infidelidad pero no quiero. Siento que nuestra relación se está arreglando poco a poco y esto sólo va arruinar todo. Se que Dulce nunca perdonaría un engaño. Aunque lo "nuestro" se va arreglando, siento que la estoy perdiendo. No se que pasa. Tengo un sentimiento muy feo que algo va pasar.

-¡Que lindo pintas!-oí la voz de Dulce desde el patio.

Camine con curiosidad hacia la puerta de vidrio. Ahí vi una imagen tan tierna que sentí mis pies pegarse al piso como si me hubiese parando encima de caramelos. Ahí estaban ambos Dulce y Arturo con botellas de pintura, ambos cubiertos en ella. Arturo no usaba el lienzo sino pintaba a Dulce y ambos se reían a carcajadas.

El lentamente volteó la cabeza en mi dirección.

-¡Ma!-grito.

Dulce volteó su cabeza haciendo que nuestras miradas se encontraran. Me dio una media sonrisa antes de cerrar un par de botellas.

Cambio De Papeles [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora