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—Al final has venido.
Dice la chica youkai mirándome en tanto tenia en mano a una bolsa. Se encuentra con las mismas prendas, me pareció extraño, pues pensé que tendría otra ropa diferente, ¿tiene prendas del mismo modelo? O solo utiliza el mismo.
Creo que la ultima opción es correcto.
—La verdad es que no esperaba que volvieras —hablo observándome sentada en las escaleras de piedra por la salida del templo.
Y yo tampoco esperaba volver, ya que mi hermano no me dejaba ir al bosque, como también Toriel. Sin embargo, al rogar, Asgore acudió en mi desespero dándome el permiso a cambio de no alejarme mucho de la aldea.
Por supuesto realice lo contrario.
—Oh —ella ladea la cabeza por mi expresión. Realmente estaba feliz y es por una razón—. ¡Me estabas esperando!
Corro a toda velocidad hacia la youkai. Pero estando casi cerca de tocarla, soy golpeado por la contraria gracias a una rama. La misma rama que me golpeo la primera vez que nos conocimos.
—Es que no aprendes ni a golpes —comenta la chica algo molesta.
Esta vez no lloro. Solo me tranquilizo, parece que mi felicidad impide sentir dolor.
—Me he emocionado un poco —contesto con una sonrisa—. Lo siento.
La youkai se levanta de un salto acercándose a mi.
—Aquí hace calor —ella estando cerca, mira a otro lado continuando sus palabras—. ¿Por qué no vamos a algún sitio más fresco? —de un momento a otro cambio mi expresión alegre a temor—. No pasa nada, luego te traeré de vuelta.
Quedo pensativo. Ella me ayudo al perderme y volverá hacerlo otra vez, confió en sus palabras.
La alta camina pasando por el Torii siguiendo un sendero. Mientras sonrío de oreja a oreja cogiendo la bolsa que solté por el golpe y corro para tratar de seguirle el paso a la joven.
Ambos pasamos por las anteriores escaleras del día anterior. Cruzamos un pequeño rio gracias a un puente de arco mientras consumimos las paletas de crema que he traído.
Comiendo tranquilamente, miro alrededor y la joven llamada ____ fija su vista al frente mientras come su paleta, pero ella no se retira la máscara, solo lo alza dejando ver sus labios mordiendo el dulce.
Me pregunto ¿Cómo será su rostro?
En fin, cruzamos el bosque, clavo la vista en un arbusto muy extraño, pues las hojas se mueven como si algo o alguien esté detrás del ser natural.
Aquel ser, sale de su escondite para esconderse detrás de un árbol estando más cerca de mi. Claro, me asusto por el aspecto.
