One Shots - Anne x Gilbert

Juntos de nuevo

Este OS vendría siendo una segunda parte, por así decirlo, del OS "Nuestro súper héroe", para que puedas entenderlo del todo este te recomiendo leer antes el otro.

Amira y Theo se encontraban en la habitación de sus padres, aunque últimamente sólo la utilizaba su mamá, quien en ese momento estaba en la cocina junto a sus abuelos. El plan era encontrar el celular de su mamá e intentar llamar a su papá con él.

–¡Ami, no toques eso! –susurró el hermano mayor en dirección a la pequeña, que intentaba alcanzar unas flores que estaban en la cómoda.

–Ven, aquí está.

Ambos se sentaron en la cama, Theo desbloqueó el celular y luego de un par de intentos marcó correctamente al número de su papá.

A unos kilómetros de distancia Gilbert se encontraba en su hora de almuerzo cuando su celular empezó a vibrar en el bolsillo de su bata. Al notar que era su esposa se preocupó, pues esta no era la hora en la que se solían llamar, quizás había pasado algo.

–Papi, papi, papi –exclamó la pequeña en dirección al aparato que sostenía su hermano mayor.

–¡Hola Ami! ¿cómo estás, princesa? –dijo Gilbert apenas vio el rostro de su hija en la pantalla.

–Toy bem.

–Qué bueno, mi vida. ¿Llamaste tú solita? –cuestionó al notar que su esposa no se veía cerca. Amira negó con su cabecita.

–¡Llamé yo pá!

–¡Theo! Pero qué hijo tan inteligente tengo, ¿cómo estás, príncipe?

–Bieeeen, mamá dijo que tenía una sorpresa para Ami y para mí –le contó sonriente.

El joven doctor tenía muy claro de qué trataba esa sorpresa, pero decidió seguirles la conversación como si no supiese nada.

–¿De verdad? Wow, ¿qué creen que sea? –ambos pequeños se miraron y respondieron al mismo tiempo.

–¡Galletas! –el adulto del otro lado de la pantalla rio, definitivamente sus hijos eran adictos a lo dulce.

–Si llega a ser eso díganle que también me dé. Por cierto, hablando de su mamá, ¿no está ahí con ustedes?

Como si estuviesen sincronizados y se llamasen mentalmente Anne entró a la habitación buscando a sus hijos.

–Ami, Theo, Marilla los llama, dice que... ¿es su papá con quien hablan? –cuestionó acercándose a la cama. Ambos asintieron.

–Sí mami, es que lo extrañábamos –respondió Theo poniendo su carita más tierna, esa a la cual la pelirroja no se podía resistir.

–Shi, lo tañábamos –siguió la más pequeña imitando la expresión de su hermano.

–No me miren así, no los voy a regañar, pero saben que no pueden llamar a su papá cuando está trabajando.

–No te preocupes mi amor, justo estoy en la hora de mi receso –interrumpió Gilbert.

–En ese caso, hola Gil, ¿cómo va el día?

–Mejor ahora que puedo verlos y hablar con ustedes –le guiñó un ojo.

Anne se rio, y nuevamente la embargó ese sentimiento de nostalgia, hace mucho tiempo que no tenían a Gilbert ahí junto a ellos. Tomó el celular de las manos de su hijo.

–Bien, despídanse de papá, podrán hablar con él más tarde, como todos los días, pero ahora Marilla los llama para que coman el postre que hizo, ¿quieren?