Oficial de policía superior Kim

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Park siente una mano familiar acomodando su camiseta por una esquina lateral — estás hecho un asco, Park, ve a descansar y toma una ducha— dice una voz tranquila y profunda a sus espaldas.

— ¿Qué? ¿Esto? Vamos, no estoy tan mal, ¿te avergüenzas de mi, bebé? — agrega coqueto con voz chiqueada haciendo un puchero que contrasta simpaticamente con su pinta, lo hace ver como un chiquillo que regresa de jugar del parque hecho un caos.

— No empieces, si te oye Kook me deja sin comer por una semana.

— Ya dejalo y ven conmigo, yo te cuido Taetae.

El castaño de mirada profunda ríe mientras ve con cariño a su amigo — ja, ¿y vivir de cereal con leche y ramen instantáneo?  No gracias, y ya sabes que en el trabajo soy oficial Kim para ti, Park.

— Bueno bueno, lo acepto, pero nuestra vida sexual sería excepcional, oficial Kim — agrega coqueto y eleva sus cejas mientras sonríe tratando de aguantar la risa.

Kim se sonroja y niega suavemente con la cabeza, su amigo siempre ha sido un coqueto de primera, puede llegar a ser incluso intimidante, sin embargo, lo conoce como la palma de su mano y sabe que así es, y que jamás haría algo para dañarlo ni a su relación con el joven policía.

— No es de tu incumbencia ChimChim, pero mi vida sexual con Kook es formidable, y ya ponte serio, ¿porqué llegaste acá sin llenar el papeleo? Vi a todo tu equipo allá y me dijeron que tenías prisa.

— Creo que esta involucrado Lee.

— Jimin...

— No, no, escucha, mira, aquí dice que dos de los sospechosos que seguíamos para el trueque habían estado antes Involucrados con Lee, saliendo de prisión ya no estaban en su mafia, pero mira, no sólo son ellos, esta bodega donde fuimos fue utilizada por Lee hace dos años para un embarque de telas, ¿y si no eran telas Tae? ¿Y si estaban tratadas?

— Jimin, no seas loco ni vayas a a seguir a Lee de nuevo solo, ya te has metido en problemas por ello y temo no estar cerca para sacarte del lío, por favor ten cuidado y si lo sigues, se discreto y no te arriesgues, además tienes otros casos.

— Está bien Tae, te prometo que no lo seguiré solo.

Min y ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora