FIESTA DE TÉ ¿¡SANGRIENTA!? (DIABOLIK LOVERS) *Pausada*

☕ Capítulo IV ☕

✥ Trabajar en mi local!!!, ¿¡Ustedes!?, Tiene que ser una maldita broma... ✥

☕ ✙ Narra Marionett ✙ ☕

Deje la pañalera de mi baby rabbit sobre la mesa de la sala de descanso, mientras escuchaba música de mi MP3 por medio de mis audífonos, asta que de repente sentí un leve tirón de mi cardigan largo, haciendo que volteara a mirar a mi hijo, mientras me quitaba uno de los audífonos, para escucharlo.

Hisoka : Mami, alguien esta tocando la puerta

Marionett : Eeeh!!? ¿Pero que? Si aún falta mucho para abrir, que extraño, yo iré a ver quien es, tu por mientras vete a cambiar

Hisoka : Sipi

Salí de la sala aún con mi conejito durmiente en brazos, ya que si lo dejaba solo, comenzaría a llorar desesperadamente buscándome, mientras iba caminando hacia la puerta, me quité el otro audífono, para meterlos en el bolsillo de mi falda junto al MP3, el cual pulse el botón del medio para detener la música. Al estar ya en la puerta, tome la perilla girándola un poco para así abrirla, haciendo sonar la pequeña campanita que estaba instalada cerca de esta, del otro lado me encontré con un grupo de jóvenes chicos.

Marionett : Perdonen, pero abrimos asta las 12

Reiji : No somos clientes, venimos a ver al dueño, tenemos una cita con el

Marionett : ¿Para que o que?

Reiji : Somos las personas que recomendó para el puesto de trabajo esa persona

Marionett : ¿Puesto de trabajo? ¿Esa persona?

Reiji : Si, fuimos enviados por el Sr, Sakamaki para trabajar aquí, como meseros

Marionett : ¿Se refiere a Sakamaki Touga?

El chico con quien tenía está pequeña plática asintió con la cabeza, mientras que yo comenzaba a recordar todo lo sucedido ayer en la noche, seguido de eso me golpe la frente con la palma de mi mano desocupada, maldecia mentalmente a ese hombre, aunque bueno, no todo es malo, solo por está vez lo dejare pasar. Suspirando, me hice aún lado para permitir que ellos entraran.

Marionett: Pasen, por favor - Dije con una sonrisa - Y dígame ¿Que son ustedes para ese hombre? 

Reiji : Sus hijos... - Adentrándose al lugar - Somos sus hijos

Al escuchar eso, me quedé inmovil, sus hijos...

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El puesto de trabajo era para sus hijos...

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Acaba de enviarme a sus hijos para trabajar en mi local...

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¿¡Acaso las cosas no pueden empeorar!?, Maldita sea Karlheinz!!! Te aprovechaste de que estaba en mi momento menos consciente. Soltando un suspiro nuevamente, cerré la puerta sin más, esto iba para largo, pero ya que, que se le puede hacer, ya están aquí, ni modo que los regresen por donde vinieron. Eso hizo qué suspirara otra vez más.