FIESTA DE TÉ ¿¡SANGRIENTA!? (DIABOLIK LOVERS) *Pausada*

☕ Capítulo III ☕

✥ Cuando los hijos se van... Pero a trabajar par de huevones, ahuecando el ala ✥

EEEH!!!?

☕ ✙ Narra narrador para DL ✙ ☕

Vaya sorpresa que se llevaron los hijos de Karlheinz, después de que éstos llegasen de Academia, no podría decir que les agradó mucho la idea de trabajar y más en un lugar que ni ellos conocían, por qué eso sería mentira, bueno solo hablando del lado de los Sakamaki, ya que los Mukami aceptaron sin pero alguno, a pesar de que no era una orden. Karlheinz trató de convencerlos por las buenas de que aceptaran, pero estos se negaban rotundamente a trabajar como la clase media, como unos malditos esclavos.

Ya algo desesperado y más porque el dueño era su amado, la única persona que realmente si amo en toda su miserable vida, la única persona que si fue capaz de enamorarlo a pesar de que no ponía sentir afectó por nadie, la única persona que por dejarse llevar por la codicia, término perdiendo. Y ahora que tal vez tenía la oportunidad, por medio de sus críos, de volverlo a conquistar, como hizo tiempo atrás, en el pasado cuando ambos eran estudiantes de la Academia. No desaprovecharía tal oportunidad, eso significaba que sus planes no se echarían a perder, solo por la terquedad del Clan Sakamaki de no querer aceptar el trabajo de meseros que les había conseguido, para así darles una gran lección. Y si no era por las buenas, entonces sería por las malas, sin más opción por órdenes suyas, irían asta aquel lugar, se presentarían con todo y currículum al dueño del local para así comenzar a trabajar les gustara o no. De lo contrario, recibirían un castigo para nada encantador.

Llegó la hora acordaba, era momento de partir, para ir a presentarse con la persona que sería su jefe de ahora en adelante, ya cada quien con su currículum hecho, todos se entraban en la limusina que los llevaría asta aquel lugar, en donde su nuevo jefe los estaría esperando o por lo menos eso era lo que querían pensar, ya saben, son gente de dinero, entre otras cosas, pero bueno. Antes de irse, Karlheinz les dijo que la persona a quien conocerían tenía una realidad un tanto distinta que al resto de los demás y que por eso lo trataran con todo el debido respecto que se merecía, ya que el no era cualquier persona del mundo humano, claro aparte de que cuando lo vieran, le dijeran que los enviaba el, que eran las personas que había recomendado para el puesto de trabajo, además de un pequeño y sublime recado, el cual no tenia nada que ver con el asunto de trabajo para ellos,

¿De que color de rosas te gustan más?...

Sus hijos sin entender nada por lo dicho por su padre, se fueron sin más. Durante el trayecto hacia el salón del té nocturno, no faltaron los comentarios fuera de lugar, por parte de ciertas personas que consideraban a otras ciertas personas, no ser puros de sangre, entre otras cosas y una que otra discusión, sin percatarse a donde los estaba llevando la limusina, sin saber que muchas cosas inesperado vendrían, sin darse cuenta de que se estaban adentrando a la boca del lobo. Eran las 11 en puesto de la noche, cuando llegaron a su destino, todo estaba silencioso y tranquilo aparte de sombrío, gracias a la poca iluminación que había, dándole un toque mas tenebroso al lugar, además impidiendo ver si aun había alguna alma en pena merodeando por hay, aunque eso debía ser algo imposible, ya que quién estaría despierto a esas altas horas de la noche y más en un lugar que te pone la piel de gallina y que a más de uno ya hubiera dicho, patitas para que las quiero. Pero bueno, para nuestros vampiros, esto ni siquiera les inmutó, al parecer ya estaban acostumbrados a este tipo de ambientes, que loco ¿No?.

Ruki : Este es el lugar ¿Verdad?

Reiji : Si, yo personalmente fui a preguntarle al chofer, si este es el lugar y me lo confirmó

A pesar de la falta de luz en el lugar, pudieron divisar el edificio frente a sus ojos, en donde a partir de ahora comenzarían a trabajar como meseros, el lugar por fuera se veía muy elegante, como un restaurante para gente de alta clase, cuyo letrero al parecer luminoso, era muy llamativo podría decirse, aunque desde la perspectiva de ellos, como que no combinaba en lo absoluto. Se trataba sobre una tetera la cual estaba inclinada por eso de los 75 grados mas o menos, para que así saliera el delicioso té que este contenía en su interior, abajo de esto había varias letras que conformaban el nombre del local.

Kanato : Fiesta de té, en algún lado e escuchado eso nombre ¿Verdad? Teddy

Kou : No es aquel salón de té que se rumorea, que cumple deseos y hace milagros a aquellas personas que beban de su té

Azusa : Eso parece ya que arriba del nombre dice "Si tiene algo a que rogar, venga a ver al señor del té, que cualquier deseó lo volverá realidad"

Laito : Suena como si estuvieran predicando en una iglesia y eso de que cualquier deseo se hará realidad, debe ser pura farsa

Ayato : Ore-sama, quiere saber asta cuando nos vamos a quedar aquí parados, esperando

Yuma : Ni que llevábamos tanto tiempo, que impaciente eres, apenas acabamos de llegar, entonces calla

Shu : Silencio... La música se echa a perder...

Subaru : ¡Tsk!

Pasaron unos cuantos segundos, cuando de repente escucharon el sonido de un auto aproximándose, todos voltearon a la dirección en la que provenía aquel carro, modelo Honda HR-V eléctric color blanco, el cual aparcó en el estacionamiento vacío de un lado del edificio, la cajuela del automóvil comenzó a levantarse mientras se escuchaban como las puestas de este se abrían y cerraban, al mismo tiempo que una encantadora voz se hacía presente.

Al jardín vayamos
Vas a encontrar algo
Donde lo dejaste
Pero al revés...

Y cuando lo encuentres
Ya descolorido
De abajo es más claro
Al voltearlo lo veras...

Todo se queda
Donde lo dejaste...

Está canción hizo que Shu se quitara sus audífonos para escuchar mejor aquella letra, esa voz tan maravillosa transmitía nostalgia y a la vez, los hacia tener la sensación de hallarse en una pradera llena de rosales rojos, asta jugarían sentir la brisa del campo.

Al jardín vayamos
Vas a encontrar algo
Donde lo dejaste
Pero al revés...

Al jardín vayamos
Vas a encontrar algo
Donde lo dejaste
Pero al revés...

Y cuando lo encuentres
Ya descolorido
De abajo es más claro
Al voltearlo lo veras...

Del otro lado del carro, vieron como salía un niño de suéter azul cielo, quien tenía puesto su gorro de nomas 4 añitos, saco de la cajuela una pequeña mochila para su edad, la cual se puso, seguido de eso, una canasta un tanto grande y a la vez pesada, pero que ponía llevar, sin ningún problema.

Todo se queda
Donde lo dejaste
Todo esta ahí
Aunque cambiando...

Siempre muy lento
Cada momento
De sutiles maneras
Todo se queda...

Sus ojos contemplaron a una mujer que parecía de 24 años, de baja estatura, quien seguía conservando intacta su belleza y que cantaba aquella canción, la cual volvía a repetir, pero esta vez en otro idioma, en inglés, mientras cargaba entre sus brazos aun bebé el cual dormía, al cual también tenía puesto su gorrito. Saco de la cajuela una pañalera para luego cerrarla, estirando su pierna, esto dejó boquiabiertos a los chicos, por lo elástica que era la mujer y su método de cerrar la cajuela mientras tenía las manos ocupadas. Ella junto al niño se encaminaron en dirección a la puerta del edificio, mientras ellos no se movían para nada, solo vieron como la mujer abría la puerta para adentrarse junto al niño al local y cerrarla sin más, haciendo que ellos en milésimos de segundos reaccionarán y fueran a tocar la puerta, tal vez ella era una empleada y ponían pedirle información.

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