Capítulo 1: Browned

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-Hay algo que no te dije -seis palabras que le enfierecieron la sangre a la vez que sus manos sudaban.

Charlotte acomoda las hojas de su carpeta para que estén perfectamente alineadas mientras buscaba la paciencia que tanto había entrenado pero aún no podía domar. Enlaza sus manos en la mesa mirando a su clienta severamente.

-No es que no esté preparada para que me mientas, pero puedo percibir que es algo muy importante lo que no me has dicho.

-Mi esposo... -solloza Debbie- tenía a una niña secuestrada en el sótano. Lynn.

Carajo.

-Cuando se apareció con ella, yo no sabía qué hacer -su voz temblaba al hablar- Porque no quería que la lastimara. Zaira aún no había nacido y yo tenía diecinueve años. Luego temía que mientras iba a trabajar, usara a mi hija en mi contra en caso de intentar algo.

-¿Cómo es que recién me lo dices?

-Tenía miedo de que me quitaran también a mi hija, pero ahora estaré encerrada y ya lo estuve por mucho tiempo. Pensaba liberarla cuando saliera de esto -estaba desconsolada- pero ya han pasado cuatro días y Lynn debe tener hambre, miedo...

-¿Cuántos años tiene ella?

-Doce años. ¡Sé que no está bien! Que dejé pasar mucho tiempo. Y voy a aceptar cualquier condena porque me lo merezco.

• ♥ •

Saludan a Ross cuando ingresa al apartamento de su hermana y se pone detrás de ella para comentarle que su padre lo llamó esa mañana.

-La tía Silvia falleció. 

Lejos de la reacción que esperaban, salvo Ross, Mónica comenzó a festejar. -¡Sí! ¡Sí, sí, sí!

-Estamos todos muy conmocionados por lo sucedido -bromea irónico.

-Aguarden, ¿me estoy perdiendo de algo? -pregunta Phoebe- Porque se supone que cuando alguien muere es algo triste... de alguna forma.

-Bueno, la tía Silvia, no era exactamente una buena persona -quiso ser sincero pero cuidadoso.

-Oh no, ¡era tan cruel y gruñona la maldita! -Ross la mira y ella se retracta- Y lamento que haya muerto. ¿Papá dijo algo de la casita de muñecas? -preguntó ilusionada.

-Tienes la casita de muñecas.

-¡Tengo la casita de muñecas!

-¡Eso es genial! Cuando era niña tenía un barril -cuenta la rubia.

-¿Tenías un barril como casita de muñecas? -pregunta Joey.

-No, sólo un barril.

-¡Puedes venir a jugar con ella cuando quieras! -le ofrece Moni- Cuando era niña todo lo que quería hacer era jugar con esa casita ¡pero no! Sólo se podía mirar, no tocarla -recuerda con disgusto.

-Mi abuela solía decirme exactamente lo mismo -bromea Chandler.

• ♥ •

-El tapiz está un poco decolorado, está bien. La alfombra algo suelta, ¡pisos de madera! -la pelinegra volvía a ser una niña mientras inspeccionaba su nuevo juguete. Y Ross y Chandler se entretenían al verla.

-¡Oigan, oigan, oigan! -entra Phoebe mientras tomaba el control de la televisión- ¡Wow! -se detiene un momento por la casita- ¡Monica está preciosa!

-¡Lo sé! 

-¡Oh claro! -recuerda por qué venía tan apurada. Enciende la televisión y pone el noticiero.

More Than Just L•O•V•E•R•SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora