More Than Just L•O•V•E•R•S

Capítulo 5: The One With The Jellyfish

-Ya sé que te he preguntado esto antes -insiste Chandler sentado en la mesada mientras Mónica cortaba las verduras para una ensalada.

-¡Un millón de veces antes! -vuelve más bruscos y sonoros sus cortes. Charlie alzó la vista de su libro para verlos con una sonrisa, no sabía si les gustaba como pareja pero sin duda era divertido verlos así. Chandler le quita el cuchillo y lo hace a un lado.

-¿Cómo es que no soy bueno para ser tu novio?

-¡No lo sé! Me gustan hombres como Richard. O Pete, antes de que se volviera loco. Tal vez alguien... más maduro.

-Oh, entonces no soy lo suficientemente maduro para ti -se burla con su voz como un nene chiquito- Mónica necesita alguien más maduro.

-¿Qué ocurre Pheebs? -le pregunta Joey llegando detrás de ella cuando empuja una banqueta al suelo.

-Me canceló, ¡ella me canceló! Dijo que tuvo que salir del pueblo o algo así, me está evitando. Ella no quiere decirme dónde está mi padre. ¡Ella sabe y no me dirá!

-Oh Pheebs, eso apesta -lamenta Rachel que llegó después, seguida de Ross.

-Bueno, no me digan eso aún.

-Pheebs ¿a dónde vas? -deja su libro de lado.

-Bueno, ella salió del pueblo, así que debe haber algo en su casa que me diga dónde está mi padre.

-Ahm, algunas personas lo llaman "allanamiento" -señala Ross.

-Bueno, ¿alguna de esas personas está acá? -todos niegan en seguida- Bien. Miren, haré algo lindo... llenaré sus hieleras -se va.

-No me gusta que vaya sola -se preocupa Charlie- Y enojada.

-Estará bien, a lo sumo no podrá entrar a la casa -le asegura Ross.

-¿Estamos hablando de la misma persona?

-Iremos por ella si está en problemas.

-Creo que tal vez la alcance ahora -se pone su chaqueta y sale corriendo tras ella.

-Hola a todos -llega Bonnie de los dormitorios con su cabeza completamente pelada.

-¡Hey! ¡Wow!

-AH, mira lo que hiciste -se sorprende Ross aunque su tono parecía que aquello no le disgustaba.

-¿Quieres tocarlo?

-No, pero es genial -le asegura.

-Vamos, tócalo -insiste.

-Se pueden sentir todos los huesos de tu cráneo -siente impresionado y disgustado.

Sabía que fue ella. Tenía que ser ella, y Bonnie se lo confirmó. Habían terminado de cenar cuando hablaba con Bonnie en su dormitorio, intentando enfocar sus ojos en otro lado que no sea su cabeza.

-Hola -la encuentra afuera.

-Hola.

-Estuve hablando con Bonnie y adivina qué. Sacó a relucir quién estaba detrás de la idea de afeitarse y ¿quién era? Ah sí, ¡tú!

-Esa fue su idea -deja la copa a un lado- yo sólo le di un empujón.

-Le diste la hoja de afeitar.

-Hey, ¿alguien quiere ir a darse un chapuzón? -ofrece Bonnie y ambos niegan.

-No está tan mal -dice Rachel cuando la ven ir hacia el mar.

-La luz de la luna se refleja en su cabeza -enfatiza molesto- ¿Qué diablos estabas pensando?

-No lo sé -camina unos pasos para darle la espalda.