Magnus sentía suaves caricias en su cabello, lo hacían querer dormir por siempre.
¿Caricias?
- ¡Alexander!
Se incorporó de un jalón y volteó. A su lado Alec lo veía con sorpresa.
- Ese soy yo
Respondió con una sonrisa y Magnus se tiró a besarlo con mucha fuerza, sus dientes incluso chocaban. Se detuvo por aire.
- No me hagas eso, fueron muchos sustos Alexander, tienes prohibido salir de mi campo de vista en muchos años
El chico sonreía
- No lo haré, créeme
Ambos se bebían la imagen del otro, era una adoración pura la que tenían.
Hasta que Max se movió del otro lado de la cama.
- Nuestro...
- Niño
Los dos se miraron.
- Es nuestro
Dijo Magnus, y por alguna razón Alec sentía que era hijo suyo, de sangre, ambos lo querían y a Magnus se le iluminaban los ojos cuando miraba al pequeño.
- Buen día Max
Saludó el brujo, el niño le sonrió y luego miró a Alec.
- Hola pequeño azulito
Saludó el chico. Una risa alegre e infantil brotó del brujito.
- Vamos, tenemos algo importante que hacer
Magnus no sabía que era eso pero los ojos de Alexander habían brillado de forma especial.
Estaba celoso.
- ¿Dónde vamos?
Preguntó con recelo.
- A Idris
Respondió su chico mientras se levantaba de la cama y Max corría por el colchón directo a él.
Magnus tenía mucha curiosidad.
- Pero no te alejes de nosotros
Alec lo entendía. Magnus había vivido con miedo desde su reencuentro, miedo por Red Dawn, después la guerra, luego lo había visto morir, se había ido al infierno y Alec había ido por él regresando muy débil.
- No te soltaré
Prometió tomando su mano. Y cargando a Max con la otra.
El brujo abrió un portal directo a Idris, ambos salieron a las puertas de la ciudad.
Entraron caminando, las salvaguardas ya estaban en funcionamiento gracias a Tessa.
Todos los veían, dejaban lo que sea que estuvieran haciendo para mirarlos, a los tres.
- ¿Sucedió algo mientras dormía?
Preguntó Alec incómodo por toda la atención.
- Sucedió que lograste unir a subterráneos y Nephillims, eres un héroe que regresó de la muerte, no tienes marcas y terminaste con todo un ejército de demonios además de un brujo sádico, tres jinetes del apocalipsis, exorcisaste a Jonathan y tú mismo eres el cuarto jinete... La esperanza. - Magnus había ido contando con los dedos de sus manos para dar dramatismo- Así que no, no fueron muchas cosas mientras dormías, la mayoría las hiciste consciente.
Alec se carcajeó.
- Eres único
Le dijo con amor mientras acariciaba su mejilla. El brujo pudo escuchar varios suspiros soñadores a su alrededor.
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Mi Valiente Cazador (#malec)
FanfictionMagnus conoce a un niño cazador de sombras cuando hace unas reparaciones en el instituto de Nueva York, cae rendido por esos hermosos ojos azules y no consigue sacarlo de su cabeza. Tendrán encuentros que hacen que la conciencia de Magnus le grite q...