III

703 57 8
                                    


El instituto recibió a dos personas a primera hora de la mañana, los chicos apenas se estaban levantando cuando llegaron por un portal desde Idris hecho por Ragnor Fell.

El matrimonio Lightwood como jefes del instituto se presentaron a recibir a los recién llegados, ambos se preguntaban el motivo de que el inquisidor Malachi y Valentine Morgenstern estuvieran ahí.

– Caballeros, un placer verlos, Inquisidor, es un honor.

Dijo Maryse Lightwood en cuanto ambos cruzaron el portal, ella sabía que eran portadores de problemas, esperaba que no fueran graves.

– Me temo que mi visita no es de cortesía y mi asunto no es con ustedes.

Ambos estaban contrariados, ellos eran los únicos adultos aparte de Hodge que estaban en el instituto, tal vez Valentine viniera por su hijo.

– Entonces dígame a quién debo llamar a su presencia.

Robert se mantuvo tras su mujer, ella siempre había sido la más imponente de los dos.

– Alexander Gideon Lightwood

Valentine dijo el nombre saboreándolo en el paladar, ya podía sentir la ruina de los Lightwood.

Maryse conocía ese tono y la expresión de obscuro deleite, esperaba que su hijo no hubiera hecho nada malo porque de lo contrario Valentine encontraría el modo de agrandar el problema hasta convertirlo en catástrofe.

– Bien, iré por él.

Maryse dió la vuelta con el cabello negro ondeando tras ella en su coleta y fue por su hijo.

Los tres hombres se quedaron solos en la oficina, dos de ellos eran cómplices en un crimen tan atroz que si se descubría haría colapsar todo el sistema de los shadowhunter.

Alexander estaba en la habitación de Max, su hermanito aún no despertaba y por ello solo estaba haciéndole compañía y acariciando sus cabellos cuando su madre llegó.

– Alexander, acompáñame

Él conocía ese tono de voz en su madre, esa expresión tensa y superficial, cómo sus labios se contraían en las esquinas con disgusto pero sus ojos expresaban preocupación.

Además, había reconocido la pequeña vibración en las paredes que indicaba que alguien había atravesado un portal, solo shadowhunters con mayor autoridad que su madre podían enviar a la jefa del instituto a traer a un cazador y solo un asunto muy importante o muy grave podría hacer que alguien de rango más alto viniera a un instituto.

Él lo supo de inmediato, lo habían descubierto, alguien lo había hecho, no creía que fuera su hermana pero estaba seguro de que estaba en problemas.

Él asintió y su madre se dió la vuelta y salió de la habitación dirigiendo una mirada angustiada al pequeño en la cama, su hijo menor estaba lejos de estar bien pero no quería seguir preocupando a sus demás hijos.

Ella quería escapar un rato para ir donde un brujo y conseguir ayuda para su pequeño, la clase de ayuda que estaba prohibida en sus leyes pero lo haría si eso salvaba a su hijo.

Alexander se dió cuenta de que las cosas tampoco pintaban bien para su hermanito, todo era un caos y no tenía idea de qué hacer.

– Hey, Max, despierta.

Sacudió a su hermano con fuerza, necesitaba despertarlo, afortunadamente el pequeño abrió los ojos unos momentos después.

– Alec

Mi Valiente Cazador (#malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora