Comenzar de nuevo

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Capítulo VII

—Hinata— Dijo su nombre mientras revisaba sus signos vitales y para su tranquilidad todo parecía  estar bien. Llamó de inmediato a una enfermera para que se hiciese cargo de ella, mientras debatía en su mente el porqué de su presencia en ese lugar.

En primera instancia sospechó que solo se trataba de un sueño y que tal vez el cansancio le estaba jugando una mala pasada. Pero al transcurrir de las horas pudo darse cuenta de que esto no era así, todo era tan real, las personas, las cosas, los aromas, el tener hambre, sed o frío.

Y ese encuentro tan insólito que sostuviera con Itachi, su hermano fallecido, o la mujer que saliera huyendo, Sakura y su supuesta hija, en fin, todo parecía una maldita locura.

Y lo que más le intrigaba, era que Hinata, su paciente, era en realidad su esposa. Menudo embrollo, ¿cómo saldría de esto? No podía ni siquiera imaginarlo, así que decidió calmarse y tratar de sobrellevar la situación con madurez, después de todo aún se aferraba a la idea de que solo estaba durmiendo, que despertaría y todo quedaría como una simple anécdota.

La mujer abrió los ojos después de una espera que se le antojó eterna.

—Sasuke— Volvió a llamarlo con voz débil.

—¿Cómo te sientes?— Cuestionó tratando de que ella tuviera confianza en su persona.

—Solo deseo saber, ¿porque estoy viva aún?— Murmuró con tristeza mirándolo directamente a los ojos.

—No comprendo—

—No deberías estar aquí, se suponía que debías odiarme. ¡Se suponía que debía estar muerta! ¿Porqué me sacaste de esa tina?— Ella frunció el entrecejo en espera de recibir una respuesta factible pero en cambio él le miraba interrogante.

—¿Odiarte? ¿Sacarte de una tina?—

—No juegues conmigo— El Uchiha se quedó observándola fijamente, su actitud era tan diferente que dudo por varios segundos si estaba enfrente de la otra Hinata o solo de una fantasía.

—Señora Uzumaki— Y entonces deseó no haberle llamado de esa forma, pues sus ojos perlados brillaron con furor.

—¿Crees que es gracioso? ¡Nunca te vuelvas a burlar de mi, Sasuke Uchiha! Mi amor por ese sujeto quedó en el olvido desde hace mucho tiempo atrás y cuando intenté hacer las paces contigo me di cuenta de que tenías a otra, y no solo eso, que tendrías un hijo. ¡Destruí nuestra casa, tome medicamentos, pero nada parecía aliviar el dolor de haberte perdido, me arrepentí hasta el cansancio porque no cuide el inmenso amor que me tenías!— Soltó entre sollozos, y a él le pareció tan extraño escuchar todo eso.

—¡Hinata! ¡Debes tranquilizarte! ¡Irritarte de esta forma no es bueno para ti!— Le pidió mientras la trataba de sujetar.

—¡No! ¿No comprendes? Mientras tú gozabas con tu mujer yo me martirizaba, quería desaparecer y lo intenté pero... ¡Maldito seas! ¡Debiste dejarme morir!— Dicho esto se aferró como pudo del torso del moreno, tomándolo por sorpresa pero él decidió no corresponder.

—Por favor, cálmate—

—Oh Dios, no... No me amas más— Lamentó en un hilillo de voz apenas audible.

Déjame soñarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora