Despertar

210 32 13
                                    



Capítulo V

Sasuke se levantó de su silla, mientras Fugaku lo observaba con enojo.

—¡Aún no he terminado!—

—¡Me importa poco, padre!—

—¡Sasuke, conoces las reglas de nuestra familia, siendo la otra mujer la madre de tu primogénito debes renunciar a Hinata! ¿Entiendes eso?— Cuestionó golpeando el escritorio con un puño cerrado.

—Cometí un error, pero no quiero que sea así, no de esta forma—

—Ella estará aquí en unos minutos, prepárate, y confiesa la verdad a tu esposa...— Le sugirió.

El moreno salió de ahí cerrando la puerta y se dirigió a la alcoba que compartiera con Hinata. Era verdad, no había nada más que hacer.

Al llegar le encontró sentada en la cama, inmersa en sus propios pensamientos.

—Hola— Saludó sin entrar siquiera al cuarto.

—Hola— Respondió ella con una amplia sonrisa pero sus ojos cristalinos solo reflejaban tristeza y dolor.

—Necesito hablar contigo— Le dijo para después aclararse la voz y sentarse a su lado. — Lo primero que quiero que sepas es que te amo, que nunca deje de hacerlo, que a pesar de todos mis errores, mi corazón siempre fue y sigue siendo tuyo— Comenzó pero no era tan fácil expresar lo que había acontecido en esos meses en los cuales vivió apartado de ella, tratando de rehacer su vida.

—Lo sé, créeme, lo sé—

—Hinata, yo...— Trató de tomar su mano pero ella lo impidió.

—No lo hagas, por favor— Pronto sus hermosos orbes se llenaron de lágrimas y aunque deseó continuar, no le fue posible ya que tenía un nudo en la garganta.

—Necesito que entiendas que yo te amo a ti, no a ella— Se levantó y se hincó sobre una rodilla frente a su esposa, pero esta seguía llorando a mares.

—Siento mucho que yo haya propiciado esto—Murmuró la ojiperla pero no era su culpa, definitivamente no. Era de su contra parte vaya la redundancia, la Hinata de esa realidad, quien hizo sufrir tanto a un hombre tan maravilloso como él.

¿Que haría entonces?

—Mi Hinata—

—Quiero que seas feliz, con ella, con tu hijo...— Le dolía muchísimo tener que desearle lo mejor, porque en verdad se había enamorado de él. Lo cual había opacado el amor por su esposo Naruto, pero debía entender que muy pronto tendría que regresar a su propia vida y si eso era lo único bueno que podía hacer entonces dejaría todo en perfecto orden antes de partir.

—Hinata, no puedo, tú eres lo único que necesito para vivir— Insistió besando sus manos.

—Tómame en tus brazos y no me sueltes, por favor, Sasuke, el día que me vaya, quiero estar segura de que estarás bien y que serás muy dichoso— Dijo con la voz quebrada por el llanto. Por su parte el Uchiha no podía comprender a que se refería con eso pero aceptó recostarse junto a ella y abrazarla con fuerza, hasta que Sakura llegara, solamente entonces, la separación sería definitiva.


Déjame soñarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora