ENAMORADA DE UN IMPOSTOR: UNA HISTORIA DE AMONG US

CAPÍTULO 3. FIESTA NOCTURNA.

— ¡Ándale, no seas floja! —. Me dice Grace, tocándome una costilla, mientras corre cerca de mí.

Me encuentro recargada en unos barandales, de una larga pista para correr en forma de círculo. Me he apoyado de espaldas en esos tubos blancos, tratando de recuperar el aliento, viendo a la enorme cúpula situada en el techo.

— Hemos corrido... durante 35 minutos... 40 segundos... y 23 milisegundos, Grace —. Le digo, resoplando.

— Solo una vuelta más y ya terminamos... ¡aprovechemos nuestra energía! —. Dice Grace, mientras trota frente a mí, para no perder su camino.

Yo la sigo, aunque me pierdo en mi propio ritmo.

— ¡Hermana, creo que traigo el sostén equivocado! —. Le respondo, mientras me toco los pechos con ambas manos.

Qué bueno que no hay nadie cerca.

— ¡Nada de excusas! Ya llevamos la mitad de la mañana, ¡Vamos, vamos, vamos! ¡Ánimo, ánimo, ánimo! —. Dice mi hermana, de espaldas.

Grace trae un sensual traje de ejercicio, que consiste en unas mayas azul marino con orillas celestes, acompañados de un top del mismo diseño. En cambio, yo llevo una camiseta rosa con un pants gris y rosado.

Ella sigue corriendo. Parece que nunca se cansa. Sobre todo con lo que sucedió ayer después de su cita.

* * *

Mientras el agua de la regadera cae sobre mí, no puedo evitar pensar en las pesadillas que tuve ayer. Todo volvió a suceder. Volví a soñar lo mismo.

Sé que no puedo mencionárselo a mis padres de nuevo y menos por la "extraña discusión" que tuvieron ayer en la noche. Mi salida es mi hermana.

A veces quisiera saber por qué discuten tanto cuando les pregunto sobre mis padres biológicos o de mi pasado. Además, ¿a qué se refieren con que "nunca romperían su promesa"? ¿Qué fue lo que prometieron? ¿Me involucra? ¿Involucra a mis padres? ¿A quién o quiénes involucra?

Desde hace mucho tiempo sabía que estoy por mi cuenta para descubrir la verdad, ¿por qué sigo actuando como si no lo fuera?

La única que puede escucharme por ahora es Grace.

Después de salirme de bañar, no puedo evitar observar mi reflejo en las paredes blanquecinas empapadas de agua, colocándome una mano en el hombro derecho.

Mientras me visto observándome en el enorme espejo frente a mí, puedo notar la habitual marca de nacimiento que tengo en la espalda: una figura parecida a un asterisco en medio de mi espalda, delimitada en una línea blanquecina. Nunca le he dado mayor importancia a ello, ya que es tan solo una marca.

No tiene ningún secreto en especial.

* * *

— ¡Vamos, Amy! ¿No me digas que te cansaste por hacer 50 vueltas? —. Dice Grace sonriente, a través de su careta.

Me estoy arrastrando en el camino con mi mochila al hombro. Grace se limita a observarme a mi lado.

— No puedo sentir mis piernas... —. Le respondo, jadeando.

— Una vez que vallamos a desayunar recuperarás la energía... —. Dice Grace, levantando su dedo índice.

— Necesito... mucho café... y algunas galletas de doble chocolate —. Le respondo.

— Amy... —. Dice Grace, haciendo énfasis en mi nombre. — ¿Otra vez con eso? Acabas de hacer ejercicio y ya vas a comer azúcar... —.

— En primera, no le pongo azúcar al café. Segunda, el chocolate te da energía y tiene un valor nutritivo muy alto —. Le respondo.