P R Ó L O G O

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Todo sucede tan rápido a mí alrededor. Estoy corriendo, tratando de escapar de algo o de alguien. No entiendo que es lo que me pasa. No entiendo qué es lo que está pasando.

Atravieso los pasillos de metal. Una entrada se ve al final del pasillo. Hay otros tripulantes dentro. Se parecen mucho a mí, solo que son más grandes y de diferentes colores.

Soy tan pequeña, al igual que mi compañera de al lado. Dos adultos nos llevan corriendo, pidiendo ayuda a los individuos de adelante. Por sus expresiones, lucen bastante preocupados. Dicen que los ojos son las ventanas del alma; pues al parecer, esas personas que nos acompañaban pedían ayuda inmediata.

Estoy llorando y no sé por qué. Mi compañera está muy asustada y no paraba de llorar ni de ponerse en posición fetal. Mi mente se ha vuelto en blanco, como una hoja de papel.

Como podemos, entramos a la nave que nos esperaba del otro lado. Todo detrás de nosotros es consumido por el fuego. Un sonido muy extraño se repite consecutivamente. Diablos, me lastima los oídos. Coloco mis manitas en mis orejas para tratar de mitigar ese dolor. Aprieto tanto mis ojos que nuevas lágrimas salen.

El lugar no deja de ser iluminado por una gran luz roja, que está en sintonía con la alarma. Cuando se enciende y se apaga, se materializan unas sombras escalofriantes y gigantescas al fondo. Unos gruñidos se hacen más fuertes a medida que avanzan hacia donde estábamos.

La puerta se cierra y observo a través de una ventana, que salimos disparados hacia el espacio sideral. El lugar donde estábamos termina siendo exterminado. Explota, formando una ola expansiva que choca contra nuestra nave. Una turbulencia se produce dentro de la nave. Todos gritan. Yo me aferro a la persona que me acompaña. Mi compañera hace lo mismo.

Solo quiero que termine esto... 

ENAMORADA DE UN IMPOSTOR: UNA HISTORIA DE AMONG USDonde viven las historias. Descúbrelo ahora