CAPÍTULO 30

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Mini maratón 4/4

Ustedes sabrán cuando reproducir la
Canción.

Carla

Navidad.

Nunca me ha gustado realmente, pero con Anthony todo se ha vuelto diferente.

Mañana celebraremos noche buena y no entiendo muy bien, porque me encuentro tan emocionada.

—Calma— me dijo Annie a mi lado—, me pones de nervios.

Se levantó del sofá y se fue directo a la cocina.

Seguía odiandome por estar ya dos meses con  Anthony. Aunque me dirigía la palabra, no le gustaba en absoluto que yo le demostrara cariño estando ella.

—Sigue igual de pesada— dijo Andy girando los ojos—, ayer intenté hablar con ella y casi me da un golpe, creo que aún no lo acepta.

Suspiré cansada.

—Nunca pensé que estaría tan mal, solo por eso— me giré un poco para ver si no se acercaba—, siempre imaginé que serías tú la que no estaría de acuerdo.

Ella se encogió de hombros y me regaló una sonrisa triste.

—Yo también— miró sus manos—, pero ver a mi hermano tan feliz a tu lado abrió los ojos. No sé cómo no me di cuenta antes de como te miraba.

—Ya eso lo habíamos hablado— me dije sonriendo.

—Pues es lo único que tengo seguro hasta el momento.

Amabas nos levantamos del sofá y cada una se fue a su habitación.

Anthony debía llegar dentro de una hora, entre la universidad y el trabajo tenía el tiempo muy limitado.

Había cambiado los horarios de la universidad, buscando la manera de sacar tiempo para todo.

Logré tomar un libro de mi pequeña biblioteca y comencé a leer lo que restaba de La tarde.

(•••)

—¡YA LLEGUÉ!— chilló Anthony entrando por la puerta principal.

Yo salí de la habitación casi corriendo.

Le tomó dos horas más de lo planificado, pero luego de tanta espera, había llegado.

Él sonrió apenas me vió, fuí directo a su dirección y me cargó en su regazo.

—¿Cómo le fue a mi encantador?— le pregunté con una sonrisa alegre.

Y sentí como inmediatamente todo su cuerpo se tensó, dejando de sonreír.

—¿Pasa algo?— le volví a preguntar.

Negó y me sonrió.

—Te ves perfecta— me dijo mirándome de arriba a abajo.

Me sonroje al instante y le dediqué una mirada divertida.

Me llevé a Anthony de la mano hacia la cocina.

Antes de que llegara, intenté cocinar un poco.

—¿Que hiciste? —me preguntó Anthony mirando el horno.

Fruncí las cara un momento.

—Es un intento de lasaña— le dije— ¿Estás seguro que quieres comer?

Pobre de Anthony.

—Claro que quiero— me dijo sonriendome—, vamos a comer.

Entre los dos servimos la lasaña en los platos y nos fuimos al mesón a comer.

Amor de Noches © #1 (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora