vii. las piezas del crimen

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LA CAÍDA,
capitulo siete: las piezas del crimen!


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          CHARLOTTE TARDÓ DEMASIADO EN CALMAR SUS ESTRIBOS Y LEON ESTUVO TODO EL TIEMPO NECESARIO SOSTENIENDOLA, Claire se encargó de dejarle un tiro en la cabeza al pobre teniente que había sucumbido a la infección y el trío permaneció en silencio por unos minutos. Leon mantenía sus brazos de manera firme alrededor de su amiga, hamacándose de un lado al otro para poder calmarla poco a poco luego de semejante espectáculo contra el teniente. Su cuchillo, que ella sacó del cinturón del oficial de policía ya que había perdido el suyo, se encontraba al lado de la cabeza destrozada del cuerpo de Marvin — su sangre húmeda y espesa decorando la hoja afilada de metal. Charlotte sentía demasiadas cosas en ese mismísimo momento: rabia, angustia, dolor y simple compasión al haber acabado con la vida de aquel hombre que fue quitada por una cosa que ni ellos entendían. En cuanto la respiración errática de Harmon logró mantenerse a un mínimo, el agarre de Leon en ella se aflojó para poder moverse un poco, mirándola a través de un rostro lleno de suciedad y sangre.

          Había tanto en ella, demasiado en ella.

          Y Leon no podía hacer nada para quitarle eso.

          (Aunque él también tenía tanto en su mente.)

          —¿Te sientes mejor?—preguntó él de manera suave y Charlotte asintió en silencio, provocando que Leon no se encuentre tan seguro de aquella respuesta.

          —Hiciste lo correcto, Charlotte—dijo Claire agachándose para mirarla y esbozó una sonrisa triste—. Muchas veces es duro, pero debemos tomar la decisión que a nuestro corazón le parece correcto. Tú lo hiciste, solamente para dejar que él abandonase el mundo en paz y evitar estar en más peligro. Eres muy valiente, Harmon.

          Charlotte sonrió de lado, con gesto triste y tomó la mano tendida que Claire había alzado para ella. Leon se puso de pie por su cuenta, mientras que Charlotte recogía el cuchillo que estaba junto a la cabeza aplastada del teniente para guardarlo en su funda. El trío decidió moverse al ala este, encontrándose en el mismo pasillo que comunicaba hacia una de las salidas donde encontraron a Claire y le permitieron el paso a la comisaría sin problemas. Allí encontraron una de las puertas con persianas bajas y con la manivela que habían encontrado en la sala de detención pudieron levantarla para entrar a otra sección más al norte de dónde ellos habían investigado.

          —Al final de este pasillo se encuentra el despacho del jefe Irons—declaró Lottie señalando la puerta gracias a la poca iluminación.

          —Es muy probable que ese cerdo tenga a Sherry ahí—masculló la castaña rojiza entre dientes antes de dirigirse allí.

          Lottie y Leon se miraron entre ellos antes de seguirla, claramente llegando a la conclusión de que podrían estar los cuatro juntos por el resto de la noche y conseguir una salida por la mañana. Harmon se mordió levemente el labio al ver que la puerta estaba cerrada con llave, la cual tenía un símbolo distintivo de un color rojo, justo como la llave de rombos que habían encontrado — esta era de un corazón rojo. Algo que no le sorprendió fue ver que las puertas de abajo también requieran la misma llave, entonces esa sería su próxima tarea. Cuando accedieron al piso de arriba, un trueno resonó afuera y la pelirroja juró sentir que la lluvia se hacía más fuerte que nunca. Junto a Claire, revisaron los armarios, encontrándose con municiones y demás cosas.

TRAITOR ━━ Leon S. Kennedy ¹ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora