𝐓𝐑𝐀𝐈𝐓𝐎𝐑
❝Esta es la única cosa que nos mantiene vivos, el estar para el otro.❞
𝐂harlotte Harmon podía ser muchas cosas: una chica con la que podías confiar todos tus secretos, una compañera para tus travesuras y un al...
MEMORIAS PERDIDAS, capitulo dieciocho: el valor de la vida!
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MANUELA HIDALGO FUE QUIEN LIDERÓ AL EQUIPO POR UN PASADIZO SECRETO, la cual no les dio problemas para poder pasar sin ser molestados por más infectados, pasaron por un ambiente oscuro y húmedo, donde una luz cálida iluminaba la última parte del fondo del pasadizo — cegando un poco al equipo de cinco que eran liderados por la niña. Leon Kennedy y Charlotte Harmon se encontraban ubicados a ambos lados de la chica, en absoluto silencio; Lottie no se atrevió a mirar el semblante que llevaba su mejor amigo, ya que podía conocerlo bastante bien y se dio cuenta de que él probablemente había visto ese intercambio romántico que tuvieron Dalton y ella. Diablos, hasta incluso la pelirroja podía percibir que eso no le había caído nada bien a Leon y se lamentó por ello un momento, tal vez consideró en explicarle todo luego pero...dadas las circunstancias todo había ocurrido muy rápido: una cosa llevó a la otra y...¡Boom! Charlotte había encontrado a alguien más.
Oh, pero nadie podría reemplazar a su mejor amigo.
Ella lo amaba demasiado como para perderlo.
Pero, ¿realmente lo amaba?
(Charlotte estaba más confundida aún, tal vez ya venía siendo hora de olvidarse de Leon Scott Kennedy.)
Manuela observó el trato silencioso entre ellos y alzó una ceja al respecto, recordó inútilmente que su padre solía decirle que no se metiese en donde no le llaman, o tener al menos un mínimo de respeto en los dilemas de los demás — pero su madre siempre le decía que los problemas siempre se resuelven con palabras, no con violencia. La muchacha Hidalgo no era para nada tonta y podía jurar que los dos agentes americanos llegarían a tener algún tipo de historia, alguna especie de tragedia que los encadenaría juntos de por vida como si fuesen almas gemelas — pero serían completamente descuidados en ello, como si fuesen dos bebés que estuviesen aprendiendo a caminar por primera vez. Manuela ladeó su mirada azul en los dos ex policías, como Charlotte había dicho anteriormente, y se encontró con dos agentes enfocados en la misión.
Sin embargo, ella había visto otra cosa cuando los vio caer por la gran corriente de agua.
Vio cuando el rubio luchó para poder salvarle la vida.
Vio tanta emoción en su lenguaje corporal que a primera vista parecían amantes de toda la vida.
(Y ella no entendió por que la pelirroja estaba besando a Dalton cuando debería haberlo besado a él.)
—¿Leon?—preguntó ella suavemente—. ¿Puedo preguntarte algo?
—Por supuesto que puedes—respondió él con cordialidad afable.
