Capítulo 9

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Acostadas en el suelo, hablando de cosas de la naturaleza, el carácter de Demeter, la labor de las criaturas del bosque y del mar, todo era un tema interesante para Kora.

Sin embargo ya estaba por anochecer y la adolescente corrió para volver a su jardín. Cuando estaba buscando un lugar donde dormir lejos de sus aposentos, su madre la interceptó.

- No quiero que me veas enojada.

'Porqué me ocultas cosas, madre.'
Pensó Kora mirando de reojo.

-...

- ...Mañana tendremos mucho de que hablar, no quiero que trabajes hasta que solucionemos esta discusión que tuvimos. - siguió hablando Demeter.

- Sí madre.

- Si quieres, puedes dormir donde te plazca hoy. - dijo Demeter y se alejó.

Kora no podía creerlo. Había una distancia entre ellas, un alivio muy grande fue cuando no la forzó a volver a rastras con ella a sus aposentos.

Dormiré donde quiera el día de hoy.
Se dijo a si misma pensando en una victoria, de una batalla que ni siquiera había estado por comenzar.

Se dijo a si misma pensando en una victoria, de una batalla que ni siquiera había estado por comenzar

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(***)

Sango/ Hestia había vuelto al Monte Olimpo, una enorme edificación en la cima de una montaña, con muchas joyas y propiedades mágicas, lleno de sirvientes y dioses que iban de aquí y allá. Dejo su capa de lado en las manos de una servidora, y fue directo hacia el Palanquín de la diosa Hera.

La diosa esposa de Zeus, a cargo del Olimpo. Madre de los mortales, se decía a si misma, aunque el título técnicamente era de Hestia.

- La hija de Demeter estará invitada, recuerda que no puedes hacerle nada. De lo contrario.-

- Ya lo sé querida hermana.

- Hablaré con Zeus ahora sobre Demeter...- Hestia tenía una expresión cansada.

- ¿Esperas que tenga una nueva discusión con mi esposo? - preguntó Hera sonriente.

- Por supuesto que no... Solo te avisaba.

Hestia fue caminando tranquila hacia los salones de Zeus, salas llenas de estanques y doncellas que bailaban en las aguas.

- La he visto, pronto Perséfone será igual a Artemisa. - le dijo Hestia a su hermano.

Éste Dios ni siquiera la escuchaba.

- ... Solo quería que supieras que debes presentarla formalmente... No sé si como tu hija pero si como otra diosa menor.

- Hestia, ahora no quiero escucharte.- respondió Zeus viéndola a los pies.

Se había vuelto soso.

- Ya le avisé a Hera.

Su hermano se levantó precipitadamente.

- ¿¡ Porqué hiciste eso!? Acordamos que le diría yo. Dijo Zeus /Inuyasha pensando en Deméter, y todas las cosas que conlleva otra diosa involucrada en sus errores de infidelidad.

Hera era una diosa muy astuta y agresiva, esto le causaba preocupación pero no la suficiente como para mejorar.

Hera era una diosa muy astuta y agresiva, esto le causaba preocupación pero no la suficiente como para mejorar

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- Hago mi deber, el tuyo es mantener a raya a tu esposa. - respondió paciente Hestia.

- Debo hablarlo ahora... Hermana, eres un desastre.

- Habla por ti, querido hermano mío. - dijo Hestia con un gesto de fastidio.

(***)

El día paso tan rápido, las charlas con la ninfa del bosque sobre el mundo y como funcionaba era tan interesante que nisiquiera se recordó de su madre ni de sus palabras en la mañana.

Kora estaba contenta, finalmente poco a poco su sueño de ser Diosa libre se haría realidad, aunque aún podría faltar unos siglos para aquello, el primer paso irónicamente será aparecer en la corte donde nunca ha estado, en el ascenso de alguna prima.

Pero lo que más la hacía sentir feliz era haberse enterado que ella tendrá una ceremonia, en verdad, que estaba planeada y que sea real. Un día... Un año, o un siglo... Pero será real.

- ¿En qué piensas, señorita Kora?

Dijo la ninfa colocando su cabeza sobre su rostro, estaban tan cerca mirándose fijamente.

- Seré diosa.

- Eso es un tanto obvio. - dijo la ninfa cayendo en cuenta de las tonterías que decía la joven.

- Ya sé que lo soy, me refiero a que será oficial algún día y mi madre no podrá hacer nada.

- No te creas, tu madre es una diosa muy importante, todo el tiempo está en la corte cuando no está aquí. - dijo la ninfa hablando demás.

- Humm... Algún día estaremos allí juntas, si me apetece. - dijo sonriente.

- Ten cuidado, la corte de los Dioses no es como tú piensas, así todo fácil.

- ¿Y entonces como es?

- Todo está lleno de traiciones, embrujos, miedos... Rumores ...

- Si madre te escuchará... ¿Se molestaría?

- ¡Señorita Kora! No me diga eso - dijo la ninfa ocultándose detrás de un árbol. Fingiendo mucho más miedo de lo que le daba siempre.

- Jajaja espero que... Todo me salga conforme a mis planes. - sonrió Kora juntando sus manos.

- ¿Planes? - preguntó la ninfa del bosque cuando de repente el viento sopló muy fuerte.

Ahí mismo se percató que pronto anochecería.

- Debemos irnos. - dijo Kora despidiéndose de la ninfa y volviendo al jardín privado de su familia.

A lo lejos un espía estaba viendo tranquilo la escena, aquella joven que acompaña a la ninfa era una diosa menor. Rápidamente voló para informarle a su dueño.

- Así que una diosa menor, escondida en un bosque primordial, esto es interesante. - se dijo a si mismo Apolo, quien había acabado su trabajo hace unas horas.

Un Amor en el Inframundo /SesshomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora