💕➡Capitulo 9

993 122 30
                                    


—¡Sanni!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Sanni!

Detuvo sus pasos cuando escuchó la voz más bonita del mundo pronunciar su nombre. Una sonrisa automática se dibujó en sus labios al tiempo que se giraba y veía correr al pequeño omega hacia él.

—Buenos días, Sanni.

Los brazos de Wooyoung le rodearon momentáneamente, y el calor se expandió en su pecho. El dulce aroma del omega lo envolvió, mejorando su mañana al instante, sumando al apodo que le puso. Definitivamente, podría acostumbrarse a eso.

—Buenos días, Woo. — respondió, cuando el contacto se rompió.

Los dos chicos continuaron juntos su camino a clase, charlando sobre lo deliciosas que estuvieron las magdalenas de Wooyoung del día anterior, mientras todos y cada uno de los estudiantes que estaban en el pasillo contemplaban la escena incrédulos.

Los cuchicheos y las miradas indiscretas les precedían, y es que, no todos los días se veía al estudiante más dulce y deseado de todo el instituto abrazar al alfa más temido. Aquello era como ver a un conejito darle la patita a un tigre; antinatural. Aquella amistad iba contra todas las leyes naturales de los círculos sociales adolescentes.

¿El marginado y el popular?

¿Esto qué es, una novela cliché de Wattpad?

Hongjoong ya estaba en clase esperando a su mejor amigo con una de sus lindas sonrisas, que lentamente se desvaneció al verlo entrar charlando animadamente con San. Cuando el rubio le vio, le dedicó una gran sonrisa y se dirigió hasta él, arrastrando al alfa a su lado.

—Hong, él es Sanni hyung. San, él es Hongjoong. Seguro que nunca los han presentado. — habló Wooyoung animadamente.

—No, nunca había tenido el... placer. — dijo Hongjoong con notable ironía.

San quería alejarse lo más pronto posible, no le gustaba conocer a gente nueva, y que el amigo de Wooyoung lo mirase como si fuera un secuestrador de niños en una furgoneta blanca, tampoco ayudaba. Pero Wooyoung se veía tan feliz, tan ilusionado, con sus ojitos brillando de felicidad, como si nada le hiciera más ilusión que presentarlos, como si de verdad él le importara. Aquel niño era sus perdición. San se obligó a poner su expresión más neutral y mirar a Hongjoong.

—Encantado.

El chico le miró como si le hubiera salido otra cabeza.

—Igualmente... — respondió desconfiado.

Wooyoung aplaudió alegre.

—¿Ves, Hong? Te dije que San era genial.

Hongjoong asintió sin convicción, no queriendo discutir con su amigo. Mientras, San sólo podía pensar en que Wooyoung creía que era genial. No pudo evitar sonreír, aunque, cuando se dio cuenta de que Hongjoong le observaba con el ceño fruncido, volvió a su expresión neutra.

Intocable 💖 SanWoo/WoosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora