Hoy No Me Puedo Levantar

Hawaii-Bombay

Jamás había sentido tanta emoción por llegar a trabajar, resulta extraño como un pequeño corte de cabello y unas cuantas prendas pueden hacerte lucir como una persona totalmente diferente. Al reflejarme en los vidrios notaba un chavo muy diferente al que salió del pueblo. Me sentía más seguro de mí, más guapo, con más onda. Lucíamos geniales, nuestra presencia era evidente por donde andábamos. Me sentía un rockstar en toda la extensión de la palabra.

Seguíamos con el ambiente de la boutique, acompañados por las "Pepas", cantando y bailando en la calle, disfrutando la ciudad de Madrid por la tarde. Las chicas pasaban y me sonreían coquetas, se sonrojaban con mi mirada o me observaban impresionadas. Estaba seguro, María no podría resistirse a mi ahora.

Al llegar al 33 las cosas se pusieron mejor, Venancio estaría fuera y el Bar era todo para nosotros. Aprovechamos eso para continuar la fiesta, no queríamos parar, estábamos muy a gusto. El único que se mostraba molesto era Chakas, la idea del cambio de look lo tenía muy enojado y apático.  A los demás el cambio nos sentó de maravilla y conocer a las "pepas" fue una experiencia inusual pero maravillosa.

- ¡Chicos! Ven como esto ya es otra cosa. Mírate Mario, luces autentico. – Afirmo Guillermo limpiando el polvo de mi chamarra.

- ¡Ay! ¡Chicas, Chicas! Ya llego Churchi. – Gritó José Miguel.

En la puerta del 33 se encontraba un hombre como de 30 años, con una facha de rufián impresionante. Su olor era fétido y muy penetrante, se sintió desde que puso el primer pie en el bar. Era pálido como un cadáver, se notaba sucio y andrajoso, con la mirada perdida, pero observando a su alrededor con mucha paranoia. Cargaba una cangurera que cuidaba con mucho recelo y no paraba de fumar. Era la clase de persona que hace que cambies de acera cuando lo ves caminar hacia ti en la calle, alguien intimidante, alguien que te hacia dudar. Sin embargo, todo mundo corrió a el como si de una celebridad se tratara.

- ¿Quién es Churchi? – Preguntó Colate con desconfianza.

- Ay Colate, Churchi es un Drug Dealer que tiene el mejor material de todo Madrid. – Respondió Guillermo.

- Ven Culote, te lo voy a presentar. – Lo tomó José María

- Es Colate. – Respondió el mientras lo empujaban hacia donde estaba Churchi.

Aun tenia mucha desconfianza de ese hombre, pero no podía pensar en lo malo, haría todo por centrarme en lo bueno y este cambio me seguía maravillando.

Chakas nos miraba con enojo, con los brazos cruzados y mostraba su repudio cada que las "pepas" o Guillermo pasaban cerca de él. Muy enojado y con mucha furia aplastó el sombrero de copa y lo continuó pisotenado hasta que este quedó como calcomanía. De la misma manera se quitó el saco de peluche - Ni madres, yo no voy a ponerme este puto perro. - Lo aventó hacia la barra.

- Chakas, si somos un grupo tendríamos que ir todos vestidos igual

- No, Mario eso ya no se usa eso era de antes. – Dijo muy molesto. -Tu no sabes por que eres de un pueblo. Te perdono. – Comenzó a darme golpecitos en la espalda.

- ¡Ay! Por Favor querido, tu si que eres de un pueblo, vienes de un rancho. – Reclamó Guillermo con afán de defenderme.

- No Guillermito ya metiste la pata, Herguijuela no es ranchería. ¡Herguijuela es una Metrópolis de casi 500 habitantes! – Aclaró muy seguro Chakas.

- A ver, A ver Chakas. Mira, esta ropa tiene toda la onda ¿A poco no? – Presumí

- No Mario, mejor cállate y veme a traer un Anís del mono, ándale. – Me aventó para la barra