—Siempre traté de mantener mi fe en ti, Bruce.
—Escucha, Kent. No estoy de humor para escuchar tus discursos moralistas o lo que sea que me vayas a decir. Necesito encontrar a Dick — han pasado ya cuatro días desde la última vez que se vio a Dick Grayson en los alrededores.
Alfred fue el último en verlo al encontrarse a varios metros fuera de la mansión. Reconoció de inmediato al joven amo y aceleró en lo que quedaba de camino a su hogar, contándole a Bruce lo que vio tan pronto entró a la cueva.
—Encontrarlo después de que escapó por tu culpa —murmuró Diana, revisando algunas cámaras de tránsito que lograron captar a Dick momentos antes de su desaparición.
—¿Quieres compartirnos algo, Prince? — gruñó Bruce, alejando su vista de la computadora.
—Sí, gracias por preguntar —respondió ferozmente la amazona, comenzando a caminar hasta quedar frente a él — Dick desapareció, bueno, huyó por tu culpa. ¿Qué pensabas al discutir con él de esa forma? ¿Pensabas siquiera?
—Diana... — Clark se acercó también, listo para ser el mediador en caso de que la discusión se saliera de control.
—¿Y tú qué sabes sobre criar un niño? — Bruce estaba frustrado por la desaparición de su hijo, así que aprovecharía cualquier oportunidad para desquitarse o desahogarse un poco.
—Más que tú al parecer. "Serás una carga para el equipo" ¿¡Quién en su sano juicio le dice eso a un niño?! Eres muy inteligente en cualquier campo menos en el emocional.
Eso fue un golpe que dolió en lo más profundo de Bruce. No necesitaba que le recordaran a cada momento esa discusión que al parecer fue el detonante de esta pelea.
—¡Yo sólo quería protegerlo! ¡La mejor forma de hacerlo era alejándolo de la zona de guerra! — para este punto de la discusión Bruce ya se había puesto de pie, inclinando su cabeza ligeramente hacia arriba para ver a Diana a los ojos.
—¡Hacerlo sentir menos no es protegerlo y lo sabes muy bien! ¿¡Alguna vez Alfred te ha tratado así?! ¡¿Has visto a Barry tratar así a Wally?! ¡Dime! ¿¡Sí sabes que existe algo llamado diálogo?!
—Vamos a calmarnos un poco, muchachos...
—¡Cállate Clark! — gritaron ambos, mirando a su amigo de capa roja con furia. Clark levantó las manos tratando de apaciguarlos, y preparándose mentalmente para noquearlos en caso de ser necesario.
—En lugar de discutir como niños, deberían de concentrarse en ubicar el paradero del joven Dick — Alfred entró a la cueva con una bandeja llena de galletas y tazas de café — También les agradecería no tratar de esa manera tan inapropiada a su amigo que sólo está tratando de ayudarlos en esta situación. No lo eduqué de esa manera, amo Bruce.
Bruce asintió con enojo y se volvió a sentar, tratando de rastrear el chip que había escondido en los lentes de sol que Dick traía casi siempre.
—Revisaré el norte de Gotham. Los semáforos de esa zona fueron de los últimos por los que Dick pasó — Diana ajustó su lazo en la cintura y se alejó de las pantallas, preparándose para volar al lugar — Y cabe aclarar que esto es lo más bajo que has hecho desde esos archivos, Bruce Wayne. Le lavaste el cerebro a cinco niños para que alejaran a tu hijo de una forma dolorosa e incorrecta. Espero comprendas eso.
Diana salió de la cueva, dejando solos a los tres hombres.
Bruce se permitió un momento de debilidad y se encorvó en su asiento, colocando su rostro entre sus manos cansadas. Él ya sabía de su error, ¿por qué llegó a pensar que funcionaría? Dick era un niño diferente a él, era más emocional. Para él, Alfred, el equipo y Bruce eran su familia. Debió esperar una reacción como esa.
Ahora lo único que quedaba en la solitaria cueva era un grave sentimiento de culpa en su pecho, en lugar de las queridas risas de un pajarito.
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El canto de un renegado
ActionUniverso Young Justice. Robin se siente subestimado por un equipo sin fe y un mentor terco. ¿Habrá alguien que lo pueda tratar con el respeto que merece? ¿Que lo haga sentir aceptado?