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FINAL FELIZ

La mansión era la más grande que había visto en su vida, y podía ser mucho considerando que había visitado la mansión Malfoy luego de su boda para conocer a Narcissa, la prima de Sirius, quien no había podido asistir al evento debido al reciente nacimiento de su hijo.

El piso era de un marmolado precioso y las paredes se extendían hasta diez metros de alto. Habían candelabros de cristal repartidos por toda la estancia, cada sala parecía ser del tamaño exacto de su antigua casa en la Hilandera y podía asegurar de que la mansión tendría un sin fin de dormitorios. La biblioteca que había era simplemente espectacular, logrando encantar por completo a Remus y a él mismo, mientras que la cocina parecía ser sacada de una revista, como inauguración Peter prometió cocinarles una maravillosa cena a penas estuvieran completamente instalados en el lugar.

—¿Te ha gustado, Venus?

Severus se acomodó mejor contra el pecho de James mientras veía como Sirius y Peter hacían una tonta prueba de resistencia en las escaleras corriendo de arriba a abajo repetidas veces.

—Es bastante grande. — respondió Severus.

—Debe serlo, cariño. —Remus dejó un caso beso en la mejilla de ambos. — Considerando a todos los niños que tendremos.

James apoyo a su esposo con un sonido afirmativo que logró divertir al más delgado de los merodeadores.

—¿Cuantos niños piensan robar del orfanato ustedes cuarteto de locos?

—¡Robaremos los necesarios para salvar esta compañía!

La referencia de la película animada hecha por Sirius fue inmediatamente recibida por las risas de Peter, que se sostenía de la baranda de la escalera en un descanso.

—Vamos, Sev. — animó el rubio casi en un jadeo — Hay que tener muchos niños, así jamás sufriremos del síndrome del nido vacío cuando comiencen Hogwarts.

— ¡Oh! Podríamos armar dos equipos de quidditch y hacer que nuestros hijos se enfrenten.— propuso con entusiasmo Sirius

—Paddy tu podrías el capitán de un equipo y yo del otro.— le siguió James, Severus no pudo evitar pensar en lo infantil que podía ser aquel par cuando querían. Al final ambos chicos de rizos chocaron los cinco, fascinados por su grandiosa idea.

—Ningún hijo mío se subirá a una escoba antes de los cinco años.— les advirtió casi de inmediato.

—Apoyo a Sev en eso, chicos. — Remus se encogió de hombros.

— ¿Pero si podremos cocinar con ellos, cierto? — pregunto Wormtail sacando a relucir aquella cara de cachorrito que hacia derretir el corazón de Severus.

Severus asintió de acuerdo con su otro chico, imaginó a todos sus futuros hijos y a sus cuatro esposos cubiertos de un montón de harina y huevos intentando hacer galletas navideñas o un pastel de cumpleaños.

Pronto la discusión entre los cuatro merodeadores se desató, alegando el porque los niños no podrían volar pero si cocinar siendo que era igual de peligroso, Severus solo suspiro con cansancio, ignorando por completo la conversación que los cuatro llevaban casi a gritos.

Luego de su sexto año, la destitución y condena de Dumbledore por negligencia su vida fue de viento en popa. No volvió a pisar su casa en la Hilandera, hasta tres años atrás cuando su padre murió de un repentino infarto, aún recuerda la celebración que se armó con los chicos por tal acontecimiento.

 Los cinco se graduaron de Hogwarts con sus EXTASIS casi perfectos. James y Sirius entraron de inmediato a la academia de aurores, Peter por otra parte y guiado por su amor a la cocina decidió estudiar en el mundo muggle Gastronomía. Remus, por otro lado, obtuvo una maestría en Defensa contra las Artes Oscuras y él consiguió graduarse mucho antes en su maestría en pociones. Los cinco habían sido increíblemente felices el tiempo que vivieron en un pequeño apartamento en la zona muggle de Londres mientras estudiaban sus actuales carreras, hasta que Sirius y James expresaron sus ganas de casarse. Fue bastante difícil conseguir un permiso del ministerio para un matrimonio de cinco, pero luego de un año, y bastante influencia de la familia Black, Pettigrew y  Potter, celebraron su boda en una gran fiesta que los dejo con una resaca monumental por al menos tres días.

Siguieron viviendo en su apartamento pequeño por unos meses más y una noche, mientras comían dulces mirando películas muggles, Peter mencionó lo lindo que sería tener niños corriendo por la casa. Tanto Remus como Sirius saltaron de la emoción por la mención de tener hijos y no pasó un mes antes de que James encontrara aquella mansión que pronto sería su  nuevo hogar.

Sus esposos habían terminado de discutir sobre quidditch y cocina para comenzar a corretearse por la que en un futuro sería la sala de estar, Severus admitió para si mismo que acabar siendo seleccionado en Gryffindor fue lo mejor que pudo haberle pasado en su triste vida porque sin ello estaba seguro que no podría disfrutar de la compañía de sus chicos.

— ¡Hey no me dejen fuera!— intentó llamar la atención de alguno de sus esposos — Pulgosos mal agradecidos.

Remus, quien había sido el unico de los cuatro que le había escuchado, salió de la persecusión solo para tomarlo entre sus brazos y volver a integrarse a la jugarreta que tenía con el resto. Severus no se contuvo de maldecirlo una y otra vez por lo brusco que estaba siendo.

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Les traje este Three shot que en un principio tenía planeado fuera Snames, pero Severus en Gryffindor definitivamente debía incluir a todos los merodeadores.

¿Qué tal les pareció? ¿Le faltó o sobró algo?

Si encuentran un error de redacción u ortografía sería genial si pudieran apuntármelo para corregirlo.

Tengan una hermosa noche o día, viboritas.

Paper BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora