Quisiera poder preguntar si tu recuerdas el día en el que platicamos de asuntos triviales para ambos ¿Lo recuerdas? Porque yo sí y fue una de las primeras veces en las que compartimos un momento feliz, fue como el comienzo de una bonita historia que ahora sí podría tener un desarrollo real, aunque con un final triste.
¿Me pregunto si recuerdas cuando llegaste ese día nublado a la mesa del restaurante donde yo comía? Yo recuerdo que llevabas puesta una camisa amarilla, jeans y tenis blancos un paraguas negro en tu mano y los lentes de sol que se te veían muy bien. Al verte entrar la comida dejó de interesarme solo te seguí con la mirada, mientras en mi cabeza empezaba a reproducirse esa canción y mi corazón palpitaba rápidamente, recuerdo perfectamente cómo te quitaste esos lentes carísimos y buscaste un asiento entre la multitud, me viste y sonreíste ¡Ah que emoción! caminaste hasta donde estaba, yo no podía estar más nervioso con el corazón casi saliéndose de mi pecho temblando de felicidad y gritando en mi interior.
-AaaaaahahahahahahgvdlqFJCBURFXYHJHxlwkufcvik ¡Viene hacia mí!- eso gritaba en mi interior mientras mis labios se apretaban para no gritar.
-Hola ¿Qué coincidencia no?- hablaste y en cuanto dijiste la primera palabra me sonroje, las palabras en mi boca no salían porque tenía miedo a equivocarme, si decía algo mal podrías irte y yo perder la oportunidad que tenía.
-Hoo.- suspire y tome valor- hola.- salude mientras veía como te sentabas frente a mí, cuando me viste a los ojos entrecerraste los tuyos para analizar los míos hasta qué volviste a hablar.
-¿O la comida está picosa, caliente o estás sonrojado por mi presencia?- abrí los ojos sorprendido, ¿Cómo lo supiste? Estaba más nervioso de lo que pensaba – por tu expresión creo que es lo último.-
-¡No!- respondí rápidamente por que ¡Claro! No iba a aceptar que me gustabas.
-¿Y entonces?-
-Caliente estoy... esta... estamos...la comida.- ¿Así o más obvio?
-¿La comida está caliente?- preguntaste con duda.
-Sí, muuuy caliente.- enfatice la u.
-No está mal sonrojarse por una persona en especial la persona que es famosa y todos lo ven en un lugar.-
-Arrogante.- y es que lo eras, te creías la última persona en la tierra.
-No seas así, por hoy vengo en paz.-
-¿Los demás días no?-
-Error mío.-
-Ok.-
-¿Por qué tú solo comes tanta comida? El Hot Pot es mucho.-
-Alguien no vino y no podía desperdiciar la comida.-
-Tienes razón, ¡Podemos compartir lo si quieres!- y mostraste esa sonrisa que hizo que volviera a gritar por dentro.-
-ADSAKSFJOYIFYRFXCJKJLÑPOI.- gritaba en mi interior mirando al suelo y cerrando mi mano derecha en un puño conteniendo la emoción- comamos entonces.-
-No creas que no pagaré la cuenta, no soy tan ruin.-
Una sonrisa más, solo bastó una sonrisa y ya me tenías comiendo aún más de tu mano, como si hubieras leído mis pensamientos sonreíste mientras saludabas a una chica.
-Buena tarde.- tu voz y esa sonrisa destrozaron cualquier pedazo de aquella barrera que quería poner entre ambos.
Como arte de magia en el restaurante pusieron esa canción, la canción que contaba mi historia de amor contigo aunque tú no supieras nada, no quise perder la oportunidad para escribir mi sentir en ese espacio en blanco.
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Difícil de Atrapar
FanficMienteme como si yo fuera tu último amor. "Ey sólo voltea a verme y sabrás cuánto amor te puedo ofrecer"