Difícil de Atrapar

CAPÍTULO 6: NO ERES FACIL DE ATRAPAR

Ese martes desperté muy emocionado íbamos a compartir clases y después de aquel día mágico no volvimos a encontrarnos en varios días, esto me lleva a preguntarme ¿Por qué cuento los días que no te veo? ¿Eso debería dar miedo no? En fin creo que cuando ya no te vea poco a poco el enamoramiento en mí se va a ir y eso me tranquiliza y a la misma vez quiero que el día llegue muy pronto. Sin darme cuenta el tiempo se había pasado y ya estaba por llegar a la universidad ¿En verdad toda mi mañana se fue en pensar cuando llegara el día que ya no me gustes? Debo estar muy loco como para dedicarle tanto tiempo.

Ahí estaba yo, sentado esperándote entrar por aquella puerta gris, ¿Llegué muy temprano no? ¿O quizás la clase no se llevaría a cabo y nadie me avisó? ¿Qué tan estúpido me vería? ¡Oh Dios!.

-Hola, Hola.- llegaste saludando, mi corazón empezó a palpitar muy rápido.

-Buen día.- en el lugar solo estábamos los dos.

-Oye, lo del otro día no le digas a nadie ¿Sí? Es vergonzoso que se enteren que estábamos juntos.-

Y fue ahí donde pensé si de verdad debía estar escuchando eso todo el tiempo y aguantar tus cambios de humor tan repentinos, un día eres muy gentil conmigo y haces que mi corazón latá desbocado y al otro tomas mi dignidad y todos mis sentimientos los doblas como una cosa inservible para rematar tirándolos a la basura.

-No es como si quisiera ir por la vida gritando lo que sucedió ese día.-

-No es como si hubiera sucedido algo interesante.-

-Concuerdo contigo.- en ese momento quería llorar ¿Qué patético me vería si una lagrima saliera o si mi voz se quebrara en ese momento?

-De toda maneras te debo una comida, solo dime donde y cuando vamos a comer.-

-¿De qué demonios hablas?- respondí rápidamente- primero vienes y me dices que no le diga a nadie que saliste conmigo y minutos después dices que vayamos a comer ¿A qué estás jugando?-

-¿Quieres calmarte? Me gustó mucho salir contigo es solo que por mi popularidad ya sabes debo estar con personas populares, tú me agradas mucho y...-

-¿Quieres callarte ya? No quiero nada de ti y nunca lo he pedido no quiero que el popular me regale su lastima.-

-No exageres Yibo yo...-

-Permiso.- Tomé mi mochila junto con mi patineta dispuesto a irme de ahí antes de que mi voz se quebrara.

-¡Oye es la primera clase!-

-¿Y a ti que te importa?- Salí del lugar.

En cuanto llegué a un lugar vacío pude soltar ese suspiro de dolor que sentía, unas cuantas lágrimas salieron de mis ojos y mi cuerpo se dejó caer no quería llorar por que la razón era estúpida.

-¡Nadie te está dando alas idiota!- me repetí, tome mi blog de notas para escribir.

"¿Quién te crees para venir y poner mi mundo establecido de cabeza?"

"Error, yo mismo te entregué mi mundo sin que tú lo sepas"

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Al terminar de regañarme a mí mismo tomé mi celular para llamar a Gao, necesitaba contarle a mi amigo lo que me estaba sucediendo, al relatarle todo.

-¡Uy amigo! Aunque por una parte entiendo el punto de vista del chico, solo piensa que al ser popular como él lo dice cualquier rumor acerca de él puede hacer que su trabajo se vea afectado.-

-¿Y yo no puedo salir afectado? Mis sentimientos.-

-Tus sentimientos son unilaterales, él no te ha estado dando alas para que tu hagas tus historias fantasiosas con él, tus sentimientos son importantes lo entiendo pero él no sabe lo que sientes.-