{SUSPICIOUS, SUSPICIOUS...}

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Si había algo por lo que se caracterizaba Escocia y los países del norte de Europa era por su tiempo húmedo y lluvioso.

Era algo a lo que te acostumbrabas, inmediatamente cuando salías de casa, coges las llaves, el bolso y el paraguas, independientemente de si hace un poco de sol (hecho que ocurre muy pocas veces).

Por ende, Los alumnos de Hogwarts estaban acostumbrados a ello. No eran pocas las ocasiones en las que sus partidos o entrenamientos de quidditch así como las actividades exteriores debían ser canceladas por una fuerte lluvia que les impedía continuar realizando sus actividades.

Pero aquel año era diferente. Llevaban un mes de curso y no había habido ni un solo día en el que no hubiera una gran tormenta acechándoles. Apenas habían podido practicar quidditch y en las ocasiones en las que podían, alguien del equipo acababa siempre en enfermería por la lluvia.

Era octubre, por ende, otoño, lo cual favorecía a más tormentas incluso. Sin embargo, Merlín quiso escuchar las súplicas de los estudiantes y les otorgó un martes a las diez de la mañana la oportunidad de ver unos pocos de rayos de sol.

James, Alec, Malia, Skyler, Sirius y David, quienes formaban el equipo de Quidditch junto a Mason desde que los gemelos y Hestia habían sido expulsados por la pelea muggle que formaron en la fiesta de inauguración, estaban medio dormidos como la mayoría de alumnos en la clase de historia del profesor Binns.

Alec sujetaba la cabeza de su hermana con su hombro mientras que Alice, quien estaba detrás de ellos junto a Dorcan, sujetaban los taburetes de ambos porque estaban a punto de caerse.

— ¿Crees que Malia y yo seguimos siendo lo mismo? — le preguntó James a un medio Sirius dormido que babeaba encima de sus apuntes que eran dibujos de motos y pechos.

Tan maduro.

— ¿Porque la pregunta? — murmuró medio dormido.

James se encogió de hombros, rascándose la nuca. Aunque Malia y el seguían actuando como si nada hubiera pasado entre ellos, James nunca respondió a la pregunta de Malia.

"¿porque intentaste besarme, James?"

Se tiró ligeramente del cabello, frustrado, ni el lo sabía.

— La intenté besar — confesó en un susurro.

— ¿¡Que tu qué?! — gritó Sirius.

Antes de que James pudiese responder, la puerta de la clase se abrió de golpe dejando ver a un rubio con las mejillas sonrojadas pero con una gran sonrisa en su rostro.

— ¡VAMOS A ENTRENAR!

Así fue como Alec y Malia cayeron del taburete para en cuestión de segundos salir corriendo a cambiarse junto al resto del equipo.

Sí, necesitaban una distracción por pequeña que fuera.

Mason se disculpó amablemente con el profesor Bins y le entregó unos justificantes para los alumnos de su clase que se habían marchado corriendo.

En menos de lo que se decía Quidditch, todo el equipo de Gryffindor se presentó en el campo.

Pero, como era de esperar, no eran los únicos que habían querido ir a entrenar en aquel instante.

Malia bendeció a Merlín a que no eran los Slytherins contra los que estaban discutiendo por el campo. Desde el incidente en la fiesta, no se sentía muy cómoda con ellos.

Seguía viéndose con Alexis y Evan, incluso a veces con Narcissa, Regulus y Nathan, pero... algo había cambiado.

— Tienes la camiseta mal puesta — le comentó Sirius, burlón.

{LA MEJOR AMIGA} JAMES POTTERWhere stories live. Discover now