<<LET IT BE>>

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Mason había estado en las últimas dos semanas convocando varios entrenamientos a la semana para poder prepararnos para el último partido del año antes de marcharnos por el receso de navidades.

Hoy era el día del partido y el último día antes de irnos. Me moví perezosamente entre las sábanas y le escuche respirar pesado al lado de mí.

— Bonita...

— Solo cinco minutos más... — dije dándome la vuelta — ayer no me dejaste dormir.

— No recuerdo que te quejaras — dijo dándome un beso en el cuello y cargándome con él — aunque creo que ahora si lo harás.

No me dio tiempo a reaccionar cuando Mason había abierto la regadera de la ducha y me había metido con él en ella.

— ¡MAXIMMO EDWARD MCKINNON!

— No me dejaste opción bonita — me gritó el mientras me tiraba el uniforme al baño — te necesito lista en diez minutos abajo.

— Pero soy tu novia — replique — debería tener ciertos privilegios el salir con el capitán.

El negó riendo — No quiero que mis jugadores piensen que soy imparcial. Además, eres la última en bajar, todos están ya terminando de desayunar.

Resoplé mientras escuchaba como Mason me gritaba que me diera prisa mientras salía corriendo hacia el campo.

Salí corriendo de la ducha — Solo a el se le ocurre meterme a ducha fría en pleno diciembre — dije temblando.

Me puse el uniforme de quidditch y cuando estaba cruzando los pasillos, me di cuenta de que Mason no mentía. Era la última.

Aceleré el paso hasta llegar al gran comedor y agradecí a Merlín que aún hubiera comida.

— Creí que estarías en el campo — me dijo Marlene — No traes buena cara.

— Tu hermano me metió en la ducha para despertarme con agua fría — respondí cogiendo unas tortitas y atándome una coleta — ¿qué haces que no estás en las gradas?

Marlene rodó los ojos, levantándose — Tu hermano es un gruñón por las mañanas en los partidos así que dormí hoy en la habitación sin él y me quedé dormida.

— Bien, te veo luego entonces, deséame suerte ¿si? — dije dándole un beso rápido en la mejilla.

— Como si la necesitaras, cuñada – yo rodé los ojos mientras me subía a la escoba — jamás me cansaré de llamarte así.

Me despedí rápidamente y volé hasta el campo, se que no estaba permitido volar en los pasillos pero ¿desde cuando me habían importado a mi las reglas?

Llegué justo a tiempo de que Mason comenzara a dar las indicaciones.

— Bien, ahora que estamos todos... — ignoré su tono de reproche y me coloqué a un lado de Sirius y Skyler — Sirius, Alec, quiero que a toda costa protejan a Malia y Skyler, ellos realizarán la mayoría de pases y yo los esperaré en los arcos para ayudarles. David, ya sabes, como siempre intenta parar cuantas quaffles puedas y si necesitas ayuda no dudes en hacer una señal. James, haz lo que mejor se te da.

Todos asentimos y juntamos las manos gritando al unísono el emblema de nuestra casa, justo cuando entraba el equipo de Slytherin.

Si bien siempre había existido una gran rivalidad entre las casas, naturalmente, la historia que traían consigo Gryffindor y Slytherin era un poco más complicada. Nunca había comprendido tanto el odio entre las dos casas, pero este fue notable cuando pasamos por su lado y soltaron una oleada de insultos que por Merlín decidimos ignorar.

{LA MEJOR AMIGA} JAMES POTTERWhere stories live. Discover now