▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
═════ ❀∘❀∘❀∘═════
❝De alguna manera
no puedo decir lo suficiente
lo mucho que aprecio
que estés en el mundo. ❞
═════ ❀∘❀∘❀∘═════
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
━━ W...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
─── ❖ ── ✦ ── ❖ ───
EL PRIMER DÍA DE UNIVERSIDAD ERA TERRORÍFICO.
Literalmente jamás me había sentido tan nerviosa e inútil. Siempre me había considerado a mi misma una persona muy inteligente, pero fue dar un paso en el campus de mi nueva universidad y de repente me sentía como una pequeña hormiga que no sabía a donde ir, rodeada de hormigas reinas que se reían de ella.
Y no, nadie me miraba mal ni se burlaba de mi, pero mi mente me quería hacer pensar eso.
—Establecida en 1754 —comencé a repetir en voz baja mientras iba avanzando por las afueras del campus, dirigiéndome hacia el interior— y además como King's College por la carta real de George II de Gran Bretaña. Pero después fue nombrada Columbia College en 1784, después de... de la Guerra Revolucionaria Americana.
Entorné los ojos mirando a todas partes, asegurándome de que nadie me miraba hablando sola. Pero necesitaba asegurarme de acordarme de todo lo que había leído para parecer estar a la altura del resto, tenía que asegurarme de que nadie me tomaba por tonta en una universidad tan prestigiosa.
Seguí andando al ver que nadie me prestaba atención y seguí hablando mientras subía las escaleras para llegar a mi edificio: Psicología.
—Su primer presidente fue Samuel Johnson, y a lo largo de los años ha producido numerosos alumnos distinguidos. Desde ganadores al Oscar y Premios Nobel hasta jueces de la Corte Suprema.
No como tú, idiota, que solo sabes destacar para hacer el ridículo.
—También dirige el Premio Pulitzer, un premio anual por los logros en periodismo, literatura —auch—, y composición musical.
—¿Estás loca o simplemente muy nerviosa? —Preguntó una voz a mi lado una vez ya estuve dentro del edificio.
Me giré rápidamente mientras ahogaba un grito para ver a la persona que seguramente me había visto relatar como una estúpida todo lo que me había apuntado en un papel el día anterior.
Se trataba de un chico de pelo negro y rizado, ojos azules muy llamativos y una mandíbula tan marcada que se llevaba toda la atención, opacando a sus ojos azules. Era menudo, alto y bastante estiloso (o al menos tenía un estilo que le quedaba a la perfección).
Me miraba con diversión, y sonrió aún más cuando se dio cuenta de que le había estado analizando. Esperaba que no se pensase que le había dado un repaso visual porque me atraía, no era para nada mi tipo.
