CAPITULO 29

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Cuando Kyuhyun despertó lo primero que sintió fueron dos brazos delgados que le rodeaban la cintura y una pierna delgada que se enroscaba a la suya sin vergüenza, hizo un esfuerzo sobre humano para no moverse aunque eso resultara difícil pues la postura en la que se encontraba era incomoda. 
 
—Si llego tarde a clase, será tu culpa—Dijo Ryeowook con la voz adormilada y los ojos soñolientos, su cabello estaba enredado en una graciosa mata, su cuerpo estaba desnudo y un poco pegajoso después del acto íntimo de la noche anterior, pero aun así no sentía la necesidad de moverse. Estaba tan bien allí, se sentía exactamente como quería. 
 
El deseo le aguijoneó el vientre y descendió como una flecha hasta su entrepierna. Pero decidió ignorarla por completo, más tarde cuando ambos ya habían salido de la cama, Ryeowook se dio una ducha y se puso la ropa de gimnasia de la escuela. El rubio preparó el desayuno para su hijo y para el castaño, después de todo resultaba divertido. 
 
Donghae se comió sus cereales con rapidez y tiró de Ryeowook para ir a la escuela, el reloj marcaba exactamente las nueve de la mañana cuando Kyuhyun tiró de su maletín de trabajo para salir de su casa. Mientras caminaba se puso a pensar un poco en cómo le preocupaba en lo que se estaba convirtiendo por ese niño de cabellera castaña. Infierno. Prácticamente estaba poniendo su cabeza en bandeja de plata. 
 
Cuando estaba punto de refutar algo contra sí mismo golpes fuertes en la puerta principal de su casa e inmediatamente eso le provocó un malestar en el cuerpo. Golpear de esa manera la puerta de una casa era insano. Se exigió a sí mismo a caminar hacía la puerta.  
 
Bajó por las escaleras de su casa y los golpes aún estaban allí, el hecho de que sus manos comenzaran a moverse vertiginosamente lo asustaba como la mierda. Kyuhyun tenía el control sobre su vida, siempre. Pero actualmente, todo le estaba saliendo medianamente mal. 
 
Giró la perilla y se estremeció al ver a dos policías varados en la puerta de su casa. 

 —¿Es usted Cho Kyuhyun? —Dijo uno de ellos. El rubio se obligó a asentir, estas situaciones siempre eran las más difíciles desde la perspectiva de sus clientes y ahora que le tocaba a él era todo un infierno
 
—Sí, ¿Puedo ayudarlos en algo?
 
—Debe acompañarnos a la comisaria.   
 
— ¿Por qué razón, si puedo saberlo? 
 
—Vera, hay una denuncia de estupro y corrupción de menores en su contra. Sólo queremos que preste su declaración. Además también hay un cargo de secuestro por la repentina desaparición del jovencito Ryeowook. Y, como aún no han transcurrido las 48 horas sólo necesitamos declaración de su persona. 
 
— ¿Secuestro? Pero…  
 
—Necesitamos entrar a revisar si el menor se encuentra aquí. 
 
—Usted no puede ingresar a mi casa sin una orden judicial, está agrediendo mis derechos de propietario.  
 
—Mire señor Cho… 
 
—Señor si no nos acompaña voluntariamente, tendremos que llevarle a la fuerza.  
 
—No será necesario, iré con ustedes pero primero debo avisar al trabajo y a mi hijo. 
 
Veinte minutos después, Kyuhyun se encontraba sentado frente a una mesa en el interior de un despacho vacío. Había avisado a Chanyeol sobre su pequeño problema y no había llamado a Donghae, no quería preocupar a su hijo. 

Tras esperar otros veinte minutos la puerta por fin se abrió y apareció un hombre alto y delgado que rodeó la mesa con despotismo y se sentó frente a él. 
 
—Bien, señor Cho—Comenzó a hablar el policía. Tenía una voz grave y autoritaria— Según parece usted se encuentra en una situación desventajosa—El hombre hizo una pausa— ¿Conoce a Ryeowook? Porque aquí hay una denuncia de estupro en su contra, además de corrupción de menores y secuestro. 
 
La pregunta tan directa le pilló desprevenido, pero Kyuhyun sabía que no merecía la pena mentir. 
 
—Sí, es el mejor amigo de mi hijo. Prácticamente crecieron juntos, su madre lo dejaba bajo mi tutela cuando ella iba a trabajar doble turno. 
 
—Ya. 
 
Se hizo un silencio incomodo que a Kyuhyun se le hizo eterno. El policía lo miraba de arriba abajo, como si lo estudiara. Finalmente, inclinó su cuerpo en la mesa y se apoyó sobre sus codos, Kyuhyun afinó la mirada y vio que en su pequeña identificación estaba grabado “Lee Taemin” 
 
—Vera, señor Cho. Resulta que la declaración de la señora Sunny, madre del afectado es totalmente diferente a la que usted me acaba de dar. De hecho, ella es quien lo ha denunciado. Ella afirma que usted ha dañado psicológicamente a su hijo, además dice que usted mantiene una relación amorosa con un adolescente de 17 años de edad. 
 
— ¿Daño psicológico? —Kyuhyun casi no podía creerlo—Oiga, mire esto es absurdo, yo… 
 
—Señor Cho. Me temo que tendrá que permanecer aquí hasta que se aclare todo esto. Porque usted bien sabrá que mantener una relación sexualmente activa con un menor de edad es un delito. 
 
—Esto es una locura, ¿Puedo hablar con la señora Sunny? 

¿QUÉ ESCONDE EL SEÑOR CHO? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora