uyanmak (despertar)

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Son unos cuantos puedan el ufanarse de ser despertados por el Sha, pero muy pocos otros mas el poder reclamar un lugar en su corazón, y mucho menos que con paciencia esperen por el que despierten.

Esa hermosa mañana con un sol en el horizonte, y los vientos que pregonaban las nuevas nuevas desde las lejanas tierras del norte, un desierto callado y siempre con misterios, un Sha el actual Peroz el rey de los reyes y señor de todo el mundo y toda Persia miraba con delicadeza y una sonrisa en su mirada la espera a que despertara su hija no solo su favorita, su predilecta.

Y aun sin saberlo, una sola palabra de la pequeña durmiente contenia la fuerza para aniquilar ciudades o perdonar a cientos de traidores, ahora solo estaba dormida, en un cuarto vomitaba Roxana la maternida de su segundo hijo o hija la estab destrozando, tal que su habilidad marcial que era capaz de matar a todo un ejercito de soldados había disminuido al grado de ser herida, pero incluso una herida tenia su utilidad y nada como que hoy en un extremo alejado.

Halla donde se juntaban las mujeres mas bellas, cadáveres eran puestos a la vista de todo el mundo para que fueran devorados por los carroñeros, otros mas quemados y sus cenizas maldecidas y esparcidas en el Imperio, otros mas sobrevivientes, llevados a lguares extremos para mostrar su traición al Impeiro y dejados a morir en crueles y horribles torturas.

La pequeña se movio, mientras intentaba despertar, la cama del Sha era muy suave con docenas de bendiciones hechas por sacerdotisas para que ningún mal sueño o terror se ponga bajo las mas dulces ensoñaciones del señor del mundo.

Un movimiento de estirar los brazos y mirar hacia todos lados.

-Y mamá donde esta-dijo mirando alrededor, mientras se estiraba y luego se quitaba la flojera con ligeros cabeceos-he...pap....Su majestad-dijo la princesa

Eso ultimo le gustaba mucho.

-.Vamos repítelo-dijo el Sha que ahora tenia la atención de la princesa.

-Su majestad-

-Lo otro, la de papa-dijo el Sha mirándola contento

-Papa?-dijo con dudas-

-Vamos otra ves y fuerte-

-Papá-

-Otra ves-

-Papa-

El estaba muy emocionado.

-Mas y con mas pasión-

-Papa...!!!-

-Gritalo!!!

-PAPA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!-grito la princesa

-Me gusta como suena- dijo el Sha-tienes prohibido decirme de otra manera que no sea papá-

Luego la levanto y la puso entre sus manos y de alguna maneta ya tenia un cepillo entre sus manos antes de ponerse a cepillar a la princesa.

-Que es un hombre si no encuentra en los labios de una mujer su nombre, dijo una ves un poeta, pero que es un padre si no nace de la boca de su hija; papá-

Inconcebible pero cierto, a pesar de tener una centena de hijas repartidas en el harem, el Sha era la primera ves en mucho tiempo que una de sus hijas tenia ese privilegio, uno del que solo gozaban unas cuantas

El resto solo eran piezas en el juego de la política.

El sha estuvo un rato cepillando el pelo de su hija, hasta que estuvo perfecto, era sin duda una de las cosas que sabia hacer el Sha, un recuerdo de su juventud cuando era mas niño y ayudaba a su nana a cepillarse, era muy joven y amaba a esa mujer como una madre, la cual aun quería en su corazón, una rara cualidad.

-Entonces recuerda mi príncipe, si un dia eres el señor de todo esto, podras arreglar el cabello de su hija-dijo la mujer que le daba la espalda mientras el estaba con un cepillo.

-Dime Hija mia, que es lo que harias hoy-

Ella se quedo callada.

-Hacer ejercicios de calentamiento, hacer luego clases de baile, luego de idiomas, luego de arte, poesía, literatura y también hoy llegaría el maestro de arco-

Para un Sha como el eran cosas que el dominaba con habilidad mas no con el talento o mucha virtud.

Pero de esos temas que su hija hablo, había uno que podría enseñar su hija personalmente.

Dirigio su mano a unos cordones donde jalo antes que se abriera la puerta y 2 guardias se inclinaran junto con el mayordomo principal del palacio.

-Que desea mi Sha-

-Preparar inmediatamente los campos de tiro-

-Escucho y obedesco su alteza-dijo

-Querida y hermosa luz de mis ojos-dijo el Sha-yo te enseñare a usar el arco-

Dinastia: Los Leones Del Desierto...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora