Dinastia: Los Leones Del Desierto...

Fiesta y otras cosas.

Sherezada dormitaba en uno de los cojines, la fiesta de la victoria de su padre llevaba 5 días y tal ves otros 5 días más.

Estaba cansada de la fiesta, no era en su vida pasada una persona de multitudes, por lo que el soportar tanta cantidad de personas era mas mental que físico, ya que agradecía a este periodo que le evito clases y entrenamientos.

Hoy la fiesta donde estaba era en el palacio Real, docenas de princesas y príncipes, con los ministros de su padre, que trabajaban constantemente y que hoy disfrutaban de este evento, separados por una divisiòn invisible se encontraban los ministros y sus familias de las concubinas del emperador, los guardias eunucos se mantenian con los ojos abiertos observando cualquier movimiento, a veces uno de los ministros atravesaba la linea imaginaria e iba a mostrar sus respetos a los diferentes principes y princesas, siempre a una respetuosa distancia de las mujeres, se intercambiaban bromas y se dejaban muchos regalos entre brindis por el Sha.

Comidas desde peces, aves, reses, cerdo, bebidas exóticas del sur,este, oeste  y norte, espectáculos de un lado al otro bailarinas de las lejanas tierras indus,danzas marciales con  cuchillos de los reinos slavos del norte, danzas de  mujeres venidas de china, bailes lentos y sensuales desde la lejana alejandria, duelos de gladiadores de roma, espectaculos de caballos de caballos arabes, y un hedonismo al límite.

Sherezada respiro hondamente, lento y pausadamente, descansaba en su cojín gigante era tan cómodo que se dejo dormitar por largos ratos, gracias a la temperatura de la capital Persa era muy calido, pero la construcciòn del palacio permitia el movimiento libre del aire creando un clima muy adecuado para descansar.

Hasta que sono el ruido de unos pasos acercándose, abrió sus ojos, era una rubia hermosa, de 15 años, bien proporcionada en panties y brasier blanco, de los hilos que sostenian  el calzon de su guardia salia tela que daba el efecto de falda, ademas cargaba diferentes piezas doradas,ella se sento a su lado era su guardia màs cercana Akasma, pensar que habia llegado hacia unos meses, le tomo gusto por como vestia con coletas y la convencio de usar faldas rojas con brasier rojo, era como ver a una colegiala modo arabe todo el tiempo, aunque Sherezada no se quejo de la ropa de hoy o poca ropa.

-Hola Sher- dijo la rubia sentándose al lado, aunque sin moverse se contoneaba el ritmo de los tambores, aunque ligero, lo hacia de una buena manera.

-Hola- dijo cerrando sus ojos de nuevo, Sherezada solo quería dormir, dejo que la musica le arrullara con esos sonidos ritmicos, era relajante y tambien daba ese aspecto mistico a la celebraciòn, esto era una celebraciòn de un Imperio nacido del desierto.

Solo 5 dias màs y quien sabe cuando su padre del que habia oido regresaría, y seguro como  le gustaban las fiestas seguro seria otro monton de fiestas, una detras de otra.

-Sher que estan haciendo mal esas chicas-señalo a un grupo de bailarinas.

Sherezada respiro ondamente y se levanto, mirando a donde le señalaba su guardiana y ocasional maestra de baile.

Aunque jovenes y vistosas, bailando como ellas entendian...era horrible, para ella horrible, despues de haber aprendido las bases del baile, entendio que no solo era hacer movimientos sexys....era un arte, observo a las chicas una movia demasiado el trasero, otra giraba los brazos y se movia como loca y la tercera le hechaba sus tetas algunos ministros que miraban esos dotes.

Si no hubiera sabido lo minimo de las bases del Raqs Baladi, estaria mirando a las chicas como idiota, en realidad eran  hermosas, seguramente muchas eran sirvientas o prostitutas que habian entrado a probar suerte con alguno de los ministros.