Capítulo 13

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A pesar de la enorme ola de gente que suele estar en Seúl, ese parque no estaba tan concurrido, lo cual permitía tener un clima adecuado para charlar.

-Hey mocoso no pongas esa cara- hizo una mueca de medio lado.

-Lo siento señor, pero, no comprendo la lógica que usted tiene, dice que le doy confianza pero no me dice su nombre, no tiene sentido señor- hizo un puchero.

JungKook suspiró y no pudo evitar sonreír.

-Está bien, olvida eso y deja de decirme señor me estoy acomplejando- tocó su pecho fingiendo dolor.

Sora al ver la cara del mayor empezó a reír, el varón le daba confianza y calma.

-Llamame JK y háblame de tú, no de usted- el menor asintió.

-¿Quieres contarme qué te pasa niño, qué te tenía tan enojado?- cuestionó el varón.

-Estoy enojado con el varón que me dio la vida es un bastardo que solo lastima a mi papi- gruño.

-Es decir con tu padre varón-

-¡Ese bastardo no es mi padre!- JungKook pudo notar el enojo del menor.

-Tranquilo amiguito, si dices que no es tu padre no lo es, pero quieres hablar de esto- el menor asintió iba a hablar, cuando fue interrumpido.

-Sora, por Dios, no vuelvas a correr así, tu papi te está buscando como loco-

Una mujer se acercó al menor, este se levantó inmediatamente y caminó hacia la mujer.

-Tía Jeni, lo siento- la mujer hizo una mueca.

-Tranquilo ya pasó, vamos a casa-

Sujeto al adolescente de su hombro, pero antes de irse con la mujer volteó hacia el varón.

-Nos vemos JK- movió su mano para despedirse.

-Adiós Sora- el varón sacudió la mano, mientras observaba al menor irse con esa mujer.

Un suspiro se dejó liberar por el azabache, haber hablado con el menor le había servido para despejar un momento sus pensamientos, y por primera vez llegó el deseo de querer ser padre; mucho más relajado se decidió a partir del parque para regresar a casa, se levantó de la banca, pero, cuando alzó la mirada la persona que vio lo hizo sentir como si un balde de agua fría cayera sobre él.


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El celular empezó a sonar y contestó lo más rápido que pudo.

-¿Jeni qué pasó?- su preocupación se reflejaba en los ojos.

-Jinnie, ya encontré a Sora, vamos en este momento para el departamento-

Un suspiro de alivio salió de los regordetes labios de aquel doncel.

-Gracias Jeni, voy para allá, por favor cuida a mi cielo- colgó, sus ojos amenazaban con cristalizarse, la alegría de saber que su niño estaba ya con su familia lo tranquilizó, guardó su teléfono y levantó la mirada, en ese momento su corazón se detuvo.

La mirada de sus ojos se cruzó con los del varón azabache, no pudo evitar sonreír ligeramente, era cierto le daba miedo ver de nuevo a este hombre, pero su corazón saltó de felicidad.

-¿JungKook?- el doncel se acercó unos pasos más al varón.

El nombrado se quedó mirando al doncel, era mucho más hermoso de lo que recordaba, su cabello ahora era rosa, sus curvas eran más marcadas, por Dios parecía un ángel, cuando se dio cuenta de lo embobado que estaba viendo al hermoso doncel hablo.

Volver A Pintar El Cielo | KookJin | AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora