JungKook aparco cerca de un aeropuerto privado, que se encontraba a las afueras de Seúl, iba a bajar del auto, pero Hoseok lo detuvo.-¿A dónde crees que vas?- miro al varón.
-A detener a TaeHyung, tú mismo acabas de decir que se va a largar con Jin lejos del país- devolvió la mirada molesto.
-Sé lo que te dije, pero no vamos a entrar así porque si y exponernos a qué nos den un tiro, Tae solo tiene a dos hombre con él, no necesita más de lo contrario llamaría la atencion, por lo que solo hay que evitarlos, tu doncel es tan tonto, no pudo escapar de esto- sonrió divertido.
-Si vuelves a ofender a Jin, te juro que los cuatro nos veremos en el infierno- sujetó el brazo del pelinaranja.
-Ya Jeon, solo es una broma, una princesa como SeokJin no podría escapar, como dije hay que evitar a los matones, por lo que yo me encargo de ellos y tú apareces en escena ¿ok?-
-Mas te vale que funcione Hoseok- JungKook salió del auto.
JungKook se acercó sigilosamente, mientras Hoseok se encargaba de los hombres con los que TaeHyung contaba, sabía que él pelinaranja era un doncel, pero también sabía lo peligroso que podía ser, por lo que el doncel se las arreglaría solo, miró por una rendija y vio a TaeHyung hablar con uno de los hombres, se acercó a una camioneta negra estacionada cerca de un avión y entonces vió como sacaron a Jin a rastras.
Jin no podía con el miedo que lo inundó, trato de alejarse de TaeHyung, pero este lo jalo sacándolo de la camioneta.
-¡TaeHyung déjame ir, no quiero ir contigo! ¡Auxilio!- Jin forcejeaba con el rubio, quería liberarse del agarré, salir corriendo, sentía como sus posibilidades de ser feliz, se esfumaban con cada paso que daba hacia el avión.
-¡Suficiente SeokJin!, al parecer necesitas dormir durante el viaje, si así lo quieres, está bien- Tae hizo señas para que le trajeran un pañuelo con la misma sustancia que lo había hecho dormir horas atrás.
-¡No, no, no, suéltame, no quiero!- Jin gritaba mientras se resistía a respirar en el pañuelo.
TaeHyung lo sujetó por la cintura y colocó el pañuelo en la cara del doncel, Jin empezó a sentirse mareado y un profundo sueño invadió sus sentidos, sin embargo antes de caer rendido, escuchó una voz.
-¡SeokJin!-
Con la poca fuerza que le quedaba, Jin volteo el rostro, observando al varón que había gritado su nombre, una leve sonrisa se dibujó en sus labios y en un susurro dijo: -JungKook- sin poder aguantar más, cerró sus ojos azules, perdiéndose en el exquisito deleite de ver por última vez a su amor.
-TaeHyung devuélveme a Jin- se acercó, pero se detuvo cuando el otro hombre junto al rubio apuntó con su arma.
-Jeon, realmente no pensé que nos encontrarías, lástima que ya es tarde, nuestro vuelo está por salir- TaeHyung cargo a SeokJin en sus brazos.
-Si sabes lo que te conviene vas a devolverme a Jin, él no te pertenece- dio unos cuantos pasos más.
-JungKook, creo que quien no sabe lo que le conviene eres tú, por si no te has dado cuenta, con una orden mía, tendrás un disparo en la cabeza, no me retes.- TaeHyung sonrió con altivez -¿Jin no me pertenece?, acaso no lo ves, ¿quién crees que le colocó está preciosa ropa y tocó su piel desnuda?- deslizó sus dedos por uno de los muslos de Jin.
-No te atrevas a tocarlo TaeHyung, te voy a matar, si lo tocas de nuevo, te juro que lo haré- JungKook apretó los puños, el solo ver cómo el rubio manoseaba a su doncel le hizo hervir la sangre.
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Volver A Pintar El Cielo | KookJin | Adaptación
RomantiekNo todo en la vida es blanco tampoco negro, hay una combinación de colores y depende de cada quien el color que le quieran dar. JungKook y SeokJin son novios en la secundaria, viven en una esfera de cristal, donde solamente cuentan ellos dos, todo e...