Capítulo 1

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En su rostro se podía ver el enojo y decepción, el ambiente en la habitación era tenso.

-Entonces... ¿por esto terminaste conmigo?- dijo el azabache sujetando una invitación de boda en su mano -Ja, siempre pensé que yo era el amor de tu vida, que era tu hilo rojo, veo que no-

El hermoso doncel con sus preciosos ojos azules llenos de lágrimas no dijo nada, siguió mirando al piso mientras mordía con fuerza su labio inferior.

-No te quiero cerca de mí, nunca más… solo era tu juguete, te divertiste haciéndome pensar que yo era el culpable de que esto se jodiera, que bien te salió ¿No?- arrojó la invitación de boda al suelo -¿Por qué no dices nada? ¡MALDITA SEA!- tapó su cara con la mano en frustración y se dio la media vuelta para salir del lugar.

Antes de llegar a la puerta, se escuchó una voz lastimera -Kook, yo… lo siento- sus lágrimas empezaron a caer mientras llevaba sus manos a su vientre.

Al escuchar esto el cuerpo del azabache se tensó y miró por arriba de su hombro -No sabes cuánto te odio, el amor que un día sentí no es ni la mitad del odio que ahora te tengo-
Tomo el picaporte de la puerta, la giro, salió y cerró con un portazo.

Jin se dejó caer al suelo empezando a sollozar más fuerte, sus lágrimas estaban llenas de dolor, pero, qué más podía hacer si había perdido al amor de su vida, nunca entendió completamente que pasó ni cómo llegó a esta situación, en qué momento su vida se había arruinado por una estupidez que ni siquiera lograba recordar cómo a sus 18 años estaba aquí con el corazón hecho pedazos sin poder dejar de llorar.

2 meses antes

-¡Jinnie!- se escuchó gritar, el mencionado dio la vuelta, parecía un ángel, él era simplemente hermoso, definir la perfección se encontraba en este doncel era alto, delgado, una pequeña cintura, piernas largas, piel lechosa y suave, cabello castaño, facciones en la cara más delicadas que cualquiera vistas, ojos que se confunden entre azul y verde, una nariz respingadita y esos labios regordetes color carmesí que derriten a cualquiera.

-Kookie, mi amor ¿dónde estabas?- sonrió ampliamente y corrió a donde lo llamaba el azabache.

Jung Kook abrazó a su novio y le dio un beso tierno en los labios, en ese momento llegó Jimin otro doncel hermoso amigo de Jin.
-Chicos de verdad dejen toda esta miel para después, tenemos clases- dijo serio- Aunque más importante ¿Irán a la fiesta de cumpleaños de Eun Woo?, es nuestro amigo no podemos quedarle mal, por favor vamos- dijo con ojos de cachorrito.

Los dos amantes no contestaron nada y solo sonrieron, empezaron a caminar dirigiéndose a sus salones, dejando a Jimin mirándolos con confusión.

Al término de las clases Jin y JungKook caminaban hacia la casa del doncel, cuando este preguntó- ¿En serio no vas a ir a la fiesta de Eun Woo?- mordió su labio.

-No, mi hilo, tengo un compromiso con mis padres no puedo decir que no-

-Pero…- dijo haciendo un pucherito con sus labios.

-Tranquilo, tú ve con Jimin y diviértete. Eun Woo es nuestro amigo y se que le hará feliz verte ahí, solo portate bien bebé, ¿Ok?- dijo tomando la mano de su doncel y subiendo para darle un pequeño beso.

-Esta bien, pero promete que mañana me llevarás al cine para compensar que hoy no estarás conmigo en la fiesta-

-Bien- suspiro- Mañana no solo te llevaré al cine para compensarte, también te haré el amor de una manera salvaje- una sonrisa pícara apareció en sus labios.

-¡Kookie basta!- dijo sonrojado el doncel- Si mis padres se enteran olvídate de volvernos a ver. Ponen una orden de restricción para ti por dañar a su pequeño doncel- empezó a reír.

Volver A Pintar El Cielo | KookJin | AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora