No pude evitarlo, mi corazón se derritió por completo mientras sus cálidas manos todavía sostenían mi rostro. Nos miramos a los ojos por unos momentos más antes de inclinarme para otro beso, pero justo antes de que nuestros labios pudieran conectarse, escuchamos la puerta principal abriéndose y cerrándose.
"Debería irme" dice Alicia inmediatamente dándonos cierta distancia.
"No, quédate a cenar", le digo tratando de convencerla de que se quede un poco más.
"¿Raquel?" Escuche a mi papá subir las escaleras y unos segundos después la puerta de mi habitación se abrió. "Oh, Alicia"dice un poco desconcertado, pero pronto se recupera de la conmoción inicial. "Mucho tiempo sin verte."
"Señor Murillo, es bueno verlo", dice Alicia con una sonrisa educada, pero pude sentir algo de incomodidad.
"Es bueno verte también", responde mirándonos con desconfianza. "¿Estoy interrumpiendo algo?"
"No, me estaba yendo" dice Alicia inmediatamente. "Solo vine a ver cómo estaba."
"Me alegro de que lo hayas hecho", dice juntando las manos. "Baja, quédate a cenar."
"No quiero ser una carga".
"Tonterías, estoy pidiendo pizza", dice divertido mientras bajaba las escaleras mientras lo seguíamos.
Después de muchas persuasiones, Alicia finalmente cedió y aceptó unirse a nosotros para cenar, obviamente, papá no nos libró de las preguntas incómodas, pero en general fue una noche agradable y pude sentir que se estaba volviendo cada vez más cómoda a medida que pasaban las horas.
Al final de la noche, Alicia estaba sentada en uno de los sofás jugando con Potata mientras yo descansaba mi cabeza en su hombro, papá estaba lavando los platos en la cocina, de lo contrario no me dejaría, algo que encuentro extremadamente adorable en ella es que ella es extremadamente tímida.
"Tal vez debería de irme" dice mirando al reloj en la pared, eran casi las 10 pm.
"Quédate un poco más", le digo alejando la cabeza de su hombro y mirándola a los ojos.
"Solo un poco más", responde divertida mientras me levanto y tomo su mano llevándola arriba.
"Papá, vamos a subir", le digo ya en la mitad de las escaleras.
"Vale buenas noches." Escuché mientras abro la puerta de mi habitación para dejarla entrar.
Me acosté mirándola parada frente a mí con una cara divertida. "Déjame sentarme", dice dándome palmaditas en las piernas para poder sentarse al final de la cama.
"Me alegro de que no estemos peleando más", digo con un suspiro. "Odio estar lejos de ti, no puedo estar enojada contigo por mucho tiempo, me duele físicamente".
"Yo también me alegro", susurra mirando a otra parte.
"Nunca pensé que lo admitirías", le digo bromeando haciéndola poner los ojos en blanco. Hay unos segundos de cómodo silencio hasta que ella lo rompe con una pequeña risa. "¿en qué estás pensando?" Pregunté sonriendo ante su repentina risa.
"Nada, solo estaba pensando."
"¿Acerca de?"
"Me parece gracioso que tuviera dos escuelas en las que podía enseñar, esta y la escuela secundaria católica en el centro", dice después de unos segundos de pensar.
"Vaya!"
"Bueno, la paga fue definitivamente mejor allí".
"¿Por qué elegiste este entonces?" Pregunto divertida recostándome.

ESTÁS LEYENDO
Por que tan sexy miss Sierra
FanfictionRaquel Murillo está en su último año y más que lista para dejar atrás la escuela secundaria y comenzar una nueva vida sin tarea, sin embargo, lo que no esperaba es que quizás quiera pasar un poco más de tiempo dentro de lo que pensó que era un prisi...