Capítulo 2

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El sueño se materializó por completo y en el, vi la silueta de una mujer, delicada y a la vez robusta; se acercaba poco a poco a mi. En mi piel, recorría un sudor frío y una fuerte descarga eléctrica que me dejaba sin aliento, pronto supe que descansaba después de una larga caminata, ya que mis respiraciones agitadas lo confirmaban.

No lograba ver muy bien quién era, pero sus andares para mi eran bastante familiares.

-Sabes que no podrás escapar de mi nunca-dijo de repente una voz, deduje que era de la sombra-he esperado tanto tiempo para esto- no sabía de que me hablaba, pero mi mente estaba tan aturdida que no podía procesar muy bien la información, así que opté por no decir nada.

La silueta parecía haberse ladeado, como si me estuviera estudiando desde otro ángulo.

-¿Sabes?, me encanta verte así, callada, sin decir ni una palabra hiriente, me encanta la idea de hacerte mía- y sin decir ni una palabra, me empujó contra la cama, la cual hizo un leve chirrido al tener el peso de mi cuerpo. De repente me vi a mi misma atrapada entre la cama y la sombra.

Sentí sus manos sobre mi cadera, mis piernas y mi panza, yo me estremecí, y puse resistencia, odiaba que sus manos tocaran mi cuerpo, no me agradaba nada la sensación que me provocó

-Déjame por favor-mi voz sonó un tanto ronca, distante, cómo si estuviese sufriendo profundamente.

-¿Acaso tu novio te toca de esa forma?- su voz sonó más molesta, más posesiva-¿Así te toca él?-.

Negué con la cabeza. Nadie me había tocado y yo lo prefería así. Lo que no entendía era a aquella sombra, mi vista seguía nublada y no podía distinguir con claridad.

-¿Qué debo de pensar ante tu silencio?-arguyó aún molesta- Tendré que castigarte, mi dulce amor, nadie puede tocarte más que yo-posó sus manos contra las mías-tal vez te duela, pero también te puede gustar-.

Esta vez una fría boca se posó en mi cuello, y yo al principio me retorcí de placer, y luego un miedo crecía en mi interior, ante tal contraste, busqué la manera de librarme de aquella sombra. ¿Cómo es posible que un ser muy raro (aquella sombra) proyectase en mi tal placer?

Comencé a negar y traté de gritar, lo que molestó a aquella sombra, ya que puso más fuerza sobre mi y me tapó la boca.

Mi miedo y la desesperación de no poderme mover se hicieron más intensas, y sentía cómo caía poco a poco a un mar profundo, entre más descendía, más me costaba respirar y pensar. El pánico me dominó a tal punto de quedarme completamente paralizada, sentí un profundo asco al sentir por todas partes aquella sombra.

No sabía qué debía hacer y tampoco veía una salida.

Luego recordé que estaba en el sueño. "Trata de salir. Sabes bien que es un sueño, busca una puerta mental y sal de aquí".

Cerré los ojos, me imaginé una puerta, evoqué la textura de mis sábanas, sentí cómo el peso se quitaba de encima, sentí la calidez de mi habitación.

-No, no me vas a dejar otra vez, tienes que quedarte a mi lado, ¡Para siempre!-.

Vicio Perfecto [TERMINADO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora