Aɢᴇɴᴛ Jᴇᴏɴ > +18

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❯── 𝔹𝕦𝕖𝕟𝕒𝕤, ℕ𝕠𝕖𝕞𝕪𝕤 ──❮

Paro el coche delante de un restaurante más tirando a club nocturno. Lo malo en corea es que los club de señoritas de compañía, parecen discotecas normales. Y es complicado diferenciarlo. Y ahora mismo no sabía en cual estaba. 

Jungkook ya estaba dentro, disfrazado de camarero. ¿Cómo consiguió infiltrarse? No lo sé, solo me dijo que tenía contactos. Y escuche algo de un tal Eun Woo. 

Me arme de valor y entre. Intentaba caminar como lo hace Yeji y el resto de chicas, pero es tarea difícil. Tengo dos pies izquierdos. 

Vi al hombre sentado en la barra, tomando una copa. Jungkook estaba tras la barra. Pasé por delante del tipo, intentando llamar su atención, lo conseguí. No fue para nada difícil. Me senté en un taburete más alejada de él. Apenas nos separaba un metro. 

Le pedí una copa a Jungkook, quien no tardó en atenderme. Cuando fui a pagar, el padre de Yina se adelantó. 

Hombre - pagaré yo, la copa, de la señorita. 

Bingo, cayó en la trampa. Giré el taburete, para quedar frente a frente. Debía distraerlo, para que Jungkook pudiera llevarse el vaso y a la vez necesitábamos un pelo suyo, para comprobar otras cosas de ADN. 

Me levanté y me acerqué más a él. Apoyé mis brazos en la barra, mientras le daba un gran sorbo a la copa. La necesitaba. 

Lea - gracias... por la copa. 

Intente sonar lo más seductora posible, pero como dije esto no es lo mío ya que incluso me salió un gallo. 

A él debió no importarle. Estuvimos hablando por un rato, le daba la razón en todo como estúpida sumisa. La verdad es que ya íbamos por la tercera copa y aún no conseguimos el maldito vaso… no lo suela y pide que le rellenen el mismo vaso. 

Poco a poco había más confianza, el hombre me rodeaba por la cintura. Agradable no era, me sentía incómoda. Y menos cuando dijo que siguiéramos en su casa. Entre en pánico. Miré a Jeon, pero él asintió. Joder… no me pagan para hacer esto, literalmente estoy de prácticas, no me pagan. 

Salí junto al hombre, y paramos delante de su coche. No iba a subirme ahí, no iba a permitir que me metiera en ese coche. Pero me empujó contra este, para después empezar a besarme el cuello. Me estaban dando arcadas. Pero poco duró, ya que Jungkook lo dejó cao apretando ligeramente su cuello, consiguiendo desmayarlo. 

Jungkook  - listo, tenemos el vaso y ahora también pelo. 

Sacó unas pinzas de su chaqueta de camarero y le arrancó un par de cabellos que metió después en una bolsita. 

Lea - no vuelvo hacer esto, no me gusta. 

Jungkook - ¿bromeas? Somos un buen equipo. 

Los dos caminábamos a la par, por las frías calles de Seúl. No sabía dónde había aparcado el coche o no recordaba donde estaba. Pero a él le pasaba lo mismo. 

Jungkook - juraría que aparqué aquí… ¿¿y mi coche?? 

Lea - no me jodas, ¡era un vado, Jungkook!  Se lo llevó la grúa. 

Jungkook - estamos como a una hora de casa caminando… nos toca coger el metro. 

Lea - dios eres idiota… Me duelen los pies, tengo frío y el alcohol no me deja pensar con claridad.