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❯── 𝔹𝕦𝕖𝕟𝕒𝕤, ℕ𝕠𝕖𝕞𝕪𝕤 ──❮

Dejó su teléfono en la mesita de noche, se giró quedando de lado hacia mi, imite su acción, mirándolo de frente.

Eric - pensé que llegarías a odiarme.

Lea - al principio he de admitir que no me agradabas del todo... pero me has ayudado desde el principio, gracias a ti, no tuve más clientes y por lo tanto, no sufrí el acoso que tenían las demás chicas. A día de hoy, sin ti estaría mucho peor y seguiría encerrada.

Eric - debo decirte que al principio no quería tener trato contigo, quería mantenerme al margen. Pero eres imposible de ignorar. Me diste ternura y sentí que debía estar más pendiente de ti.

Lea - me siento agradecida contigo, pero también estoy enfadada, te aprovechaste de mi.

Hablé de forma divertida, sinceramente eso ya me daba igual. Y es cierto que el club tiene cámaras en las habitaciones, en muchas ocasiones escuche a Dina decir que chantajeaban a algunos clientes que daban problemas. Si de casualidad revisaban las cámaras, veían que no hacíamos nada, eso sería sospechoso. Prefiero no pensar más en mi etapa en el club, ahora debía centrarme en pillar al jefe, para sacar a Dina y Sarah de ese club.

Eric - descansa anda, nos espera una larga semana.

Me dio un pequeño toque en la nariz, mientras sonreía. Después se dio la vuelta dándome la espalda. Sonreí de lado, para imitar su acción y terminar quedándome dormida. Demasiadas emociones en un día.


•◦ೋ•◦❥•◦ೋ•

Un mes después

Durante este mes nos empezamos a adaptar a los extraños rituales de esa dichosa secta. No era agradable para mí tener que ir a ese sitio, pero lo único bueno que pasó este mes, fue conseguir acercarme a dos de las chicas. Danna Mallers y Tina Thompson, esos eran sus nombres verdaderos.

Aún me quedaban dos por descubrir. Me estaba acercando bastante a ellas. Ahora mismo estaba con dos de ellas, tuve que salir de la habitación creada en el contenedor.

Danna - ¿te encuentras mejor?

Lea - si, me agobie ahí dentro.

Tina - les pasa a muchas, pero no todas tienen la oportunidad de salir, porque no se lo permiten sus "dueños". Tienes suerte, el tuyo parece agradable a diferencia de los demás.

Justo cuando terminó de hablar, escuchamos varios gritos y un fuerte golpe. Otra de las chicas de traje negro vino a toda prisa hacia nosotras.

- ¡Código rojo, en la habitación 9! Llamen al jefe.

Dicho eso, me hicieron entrar de nuevo en la que era nuestra habitación, la siete. Y cerraron con llave desde fuera. Eric ya estaba vestido y la otra chica al parecer ya había salido.

Eric - ¿qué ha pasado fuera?

Le hice un gesto para que guardara silencio. Él alzó una de sus cejas sin llegar a entender. Señalé con los ojos las cámaras, el idiota no se acordaba de que nos graban en estás habitaciones. Me sonrió cerrando sus ojos, por fin lo entendió.

Me acerqué a él y rodeé su cuello con mis brazos. Él me levantó y me dejó en la cama, quedando él sobre mí. Empezó a besar mi cuello, dejándome su oído lo más cerca posible.

Lea - pasó algo serio en la habitación n-nueve... despacio Eric, por dios.

Se alejó un poco, para poder mirarme.

Aɢᴇɴᴛ Jᴇᴏɴ > +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora