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todos sabían que los D'avicco eran una familia
extraña, pero siempre te iban a
recibir con un gran abrazo y una
taza de chocolate caliente. ☆
- ¡Cl...
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Después de un rato aún abrazadas, Rosalie levantó con cuidado a Cassiopeia para que pudiera quitarse el sabor de vómito que tenía en la boca, la rubia D'avicco se arregló algo para estar presentable en lo último que quedaba del día.
— Realmente no pensaba que fueras así... No me caías muy bien, pues de alguna manera pones en riesgo a mi familia.. Pero he aprendido varias cosas ahora y quiero que sepas que cuentas conmigo para cualquier cosa. — Comentó Rosalie dándole un abrazo fuerte de nuevo a la Cass, quien no podía más que sentirse más segura.
Después de eso Rosalie salió del baño, Cass tomó aire y salió después, pero no esperaba encontrarse ahora al chico rubio que la hacía suspirar. Cuál no dijo nada más que se acercó a abrazarla, queriendo proteger a su compañera de todos los que la hacían sentir mal.
— Supongo que Rosalie se encargó de contar mis verdades.— Murmuró el chico rubio tapando a la chida con su propio cuerpo, teniendo que moverse unos pasos para no estorbar en la puerta del baño.—
— Algunas cosas... ¿Cómo está Romeo? — preguntó por su hermano preocupada, pues por su culpa podría ser suspendido.
— Romeo está bien, cariño, Alice se lo llevó después de que golpeara a ese chico... Le iba a hacer segunda pero tú eres mi prioridad ahora, prefiero estar contigo antes de golpear a ese chico... Lo haré después. — susurró lo último para si mismo y para Emmett que lo había escuchado a lo lejos.
La chica de ojos verdes quitó las lágrimas tracioneras que querían volver a salir gracias a esas palabras.
— ¿Podemos ir a buscarlo? Quiero asegurarme que esté bien...
La rubia estuvo apunto de hablar cuando Jasper se alejó de ella un poco, haciéndola callar pero después sintió otros brazos abrazándola.
— ¡Julieth! Ignora lo que dijo ese chico, nada de lo que dijo es verdad. — Comentó una enojada Ángela que solamente abrazaba a la chica.
Después otros brazos se unieron al brazo, siendo Jessica quien miraba algo sorprendida al Hale que estaba ahí, pero no era lo importante ahora mismo.
— Si no fuera por temor a que me regañen, seguramente sí lo golpeaba también... Quisiera tener un hermano como Romeo para que me defienda. — La castaña abrazaba con fuerza a su amiga, pues aunque no eran tan buenas amigas, a nadie se le debía decir algo así.
— No puedo creer que se metiera a eso, Mike le dió hasta un puñetazo también... ¿Te encuentras mejor? ¿Quieres que te llevemos a tu casa? — preguntó Ángela dejando de abrazarla para analizarla y ver si algo malo seguía ocurriendo con ella, pero solamente se encontró con una Julieth con la nariz roja.
— Me encuentro bien ahora... Rosalie me ayudó mucho y Jasper también... Ahora mismo quiero ir a buscar a Romeo.... ¿Hacemos planes para otro día? — entre susurros tímidos hablaba la italiana, queriendo librarse de volver a pensar lo que había ocurrido.
— Yo la acompañaré y si es necesario, la llevaré a su casa, no sé preocupen señoritas. — Habló por primera vez el chico Hale, llevándose la mirada de las otras dos chicas por su acento y la forma tan educada en la que hablaba.
— Claro... Avísame cualquier cosa Cass. — Ángela le dió un pequeño abrazo y se llevó a una Jessica sorprendida por lo que pasó.
Jasper al notar que nuevamente estaban solos, pues se estaban saltando las clases, tomó la mano de quién le estaba haciendo compañía y empezaron a caminar hasta la salida, pues Romeo estaba afuera en las escaleras sentado con una Alice preocupada.
— Romeo... ¿Tu mano está bien? — preguntó la hermana menor del chico, acercándose rápido a él con Jasper detrás. El mencionado al escuchar la voz de su hermana, se levantó de la escalera para acercarse a ella para abrazarla.
— Hablaremos de eso luego... ¿Estás bien tú? Aún alcanzo a darle unos golpes más al chico, no tenía derecho de decirte algo así. — Respondió después de abrazarla, agradeciendo con la mirada a el chico Hale.— Creo que me llevaré a Julieth y ustedes deberían de regresar a sus clases. — se giró para ver a la chica que le robaba el tiempo pensando en ella, para dejar un beso en su mejilla.
La rubia se acercó al chico Hale para también dejar un beso en su mejilla, murmurando un pequeño "gracias" para irse junto con su hermano hacia su auto, una vez que estuvieron cada uno en sus asientos suspiraron.
— Un día de locos. — comenzó a hablar Romeo, empezando a conducir hasta su casa, pues aún quedaban dos horas antes de que se acabará su día de escuela, pensando sobre que decirles a sus padres de lo ocurrido. — Jules, no le creas en lo que te dijo... Estoy seguro de que ya te lo repitieron eso, pero es la verdad... Solamente habla pura idiotez ese chico... Luego terminaré mis deudas con ese. — Murmuró pensando en la sanción que seguramente le darían, pero que más daba, defendió a su hermana, ni deberían de darle nada a él.
— Gracias.... Por defenderme ante él.
Fue lo que escuchó de su hermana antes de que llegarán a su casa, pues realmente era un camino corto de la escuela a aquella.
Ambos se bajaron con sus mochilas en brazos, la de ojos azules fue la primera que entró, encontrándose con sus padres dormidos en el sofá y con la televisión prendida, notando lo que había sucedido en lo que va de la semana.
— Un animal mató a ese hombre... Por esas razones ya no tan seguido al bosque. — comentó Cygnus para después apagar la televisión, Julieth tomó una manta para poder cubrir a sus padres con esa, dejándolos descansar después de sus largos turnos en el hospital. Se sentaron ellos en el otro sofá para también tomar una siesta, perdiéndose en sus sueños para no pensar en la realidad cuál viven.
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Cuando Romeo despertó, su hermana seguía dormida pero sus padres ya estaban despiertos, nuevamente con la televisión prendida.
— ¿Por qué están aquí? Según lo que entendía, sus clases se acaban hasta en una hora.
Ahí entendió que solamente durmió unos veinte minutos, con razón aún se sentía sin tanta energía.
— Un problema con un chico, insultó a Julieth y la saqué de ahí, no pensaba seguir escuchando lo que decía. — empecé a contarles en resumen lo que pasó, tomando varias caras de sopresa de su madre, pero su padre era quien parecía que le haría segunda con el chico.
— Otra vez con eso... Esperemos que no pase lo mismo que pasó en Italia... Trabajamos mucho en sacarla de ahí... — Murmuró Cordelia que casi llora por recordar los sucesos, acercándose a su hija para abrazarla y también abrazando a su otro hijo.
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Quiero hacer un fic de Sang-Woo de Squid Game, me encanta él aunque no estuvo bien lo que hizo.
Favor de votar, comentar o algo, aunque no te obligo a hacerlo, sería genial que lo hicieras.
