CAPITULO 4: LA CIUDAD

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Centro

11:50 AM

En una típica ciudad religiosa, la gente se centra siempre en la iglesia principal. En este caso la catedral "El Arcángel".

Faltaba poco para las 12 y la campana había retumbado con fuerza, se oía abarcando casi toda la ciudad y era un hecho fuera del horario, por lo que significaba que algo había ocurrido.

Las personas salieron de sus hogares curiosos mirando hacia la iglesia y fijaron la mirada en lo alto de la catedral hacia el campanario donde sorprendentemente se encontraba el pastor Isaías Murriel, de la iglesia, haciendo sonar la campana con fuerza.

La policía se encontraba ya en el perímetro y así también los bomberos. La entrada de la iglesia se volvió el centro de atención, y el pastor coloco sus pies al borde del campanario, un movimiento en falso y caería. A esa altura, no saldría con vida.

Los bomberos actuaron rápidamente y colocaron una cama inflable al pie de la catedral, mientras un policía había subido hasta el campanario e intentaba hablar con el pastor. Robert, el policía de la ciudad, al llegar junto a él, vio como este, entre lágrimas le dijo que algo malo, muy malo pasaría si no cerraba el circulo.

—Eh visto el mismo infierno, por favor, no me salves la vida, debo morir para cerrar el circulo. Si no lo hago, No se callan, son las....

Un pie había salido del campanario, pero el policía logro sujetar al pastor, sin embargo, quiso zafarse y entre riña y riña ambos habían salido del borde y golpearon la campana bruscamente. El policía se golpeó la cabeza lo suficiente para soltar al pastor y este tomo su arma colocándose de rodillas.

—Robert, perdóname por lo que hare, pero hoy debo pagar por lo que he hecho. Por qué el que pide algo, algo debe dar y prefiero ser yo el que lo haga y no tú, porque te considero como mi hijo. Vive tu vida y aléjate de esta ciudad, se honesto y empieza de cero, evita la envidia y las ambiciones, pero por sobre todo por más desesperado que estés, te pido que no acudas a las voces.

Mareado, el policía intento acercarse y se lanzó sobre el pastor, poniendo en peligro la vida de ambos con el arma en medio de los cuerpos.

Un disparo puso en silencio a la ciudad y la patrulla irrumpió en el campanario, donde encontraron al pastor herido de bala en el pecho, vivo aun alertaron a los bomberos para que suban y lo auxiliasen.

Mientras el policía se encontraba aun mareado por el golpe, intento levantarse, pero se desmayó.

Abajo se escuchaban los murmullos e hipótesis de lo que había ocurrido.

Un suceso alarmante, que sería solo el comienzo.

Continuara....

EN BUSCA DE LAS VOCESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora