Capítulo 5: Fuera de los Recuerdos...

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May My Heart... Be your Ink
By. Heartless Bom
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[El arte no es mío -Créditos a su autor-]

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Capítulo 5: Fuera de los Recuerdos...
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De nuevo su cabeza le daba vueltas pero su cuerpo al menos ya no se sentía tan destruido. Estaba sudando pero ya no era frío ni tampoco sentía dolor en su pierna... "¡Wei Ying!" Exaltado y con un flashback de los eventos que antes ocurrieron, se había levantado temiendo lo peor pero se encontraba de nuevo en esa habitación, solo y con varias mantas encima suyo.

Se calmó y volvió a guardar compostura, mirando con sumo cuidado a su alrededor y por instinto acomodando su cinta en la frente. Estaba atardeciendo, por lo cual ya no era el mismo día. Aguantó el morder sus labios en señal de coraje y frustración pero estaba consiente de que su poder espiritual no sería nada contra el líder de la secta.

Solo una vez que se hubo calmado, pudo notar que la habitación olía a las especias que formaban el té chai. Si bien el té verde que solía beber en Gusu o el de cerezas que antes le dieron eran buenos, nada se comparaba con ese gusto culposo que tenía por este otro...

Era dulce y cálido, y buscando el origen de todo ello, se dió cuenta de que había un joven cachorro frente a él.
¡¿Un cachorro?! ¿Cómo no había notado su presencia antes? Era algo que le incomodaba de sobremanera puesto que sería la quinta persona en ver de esta secta tomándose libertades para con él, aunque...

Tenía unos hermosos ojos grisáceos con leves destellos violáceos.
Muy parecidos a los de Wei WuXian, para ser exactos.
Su cabello sin embargo era algo más lacio de lo que el antes citado, con suaves caídas de tinta que le recordaban a una fina seda, con piel extrañamente más blanca que la del otro (quien tenía un toque dorado debido al sol) y se notaba que tendría por mucho unos seis años de edad.

Lo admitía: después de muchos eventos que estaban escritos en su espalda, la idea de querer cachorros aún sabiendo que era su deber... Era algo que ya no le llamaba la atención aún si adoraba a los niños.
Pero de alguna manera, una muy rara que no podía entender... Ese cachorro era bastante lindo y no le generaba una urticaria al verlo. No hacía ruido y solo lo miraba muy atento, como si verlo fuera la atracción más interesante del lugar.

Demasiado penetrante ese par de ojos para su gusto.

Intentó moverse suavemente junto a este y miró entonces las ropas del pequeño cachorro: eran sedas finas y estaba usando una campanilla espiritual como los del clan de Yunmeng... Y una fuerte nota de lotos se filtró por su nariz, haciéndole ver de nuevo al menor y prestando más atención al aroma: tenía unas notas de vainilla y chocolate bien impregnadas.

¿Acaso ese cachorro...?


-¿Eres un dragón?- La pregunta hecha por el infante le sacó de la resolución que había tenido. ¿Un dragón?

-. . .- No sabía que responder. No lidiaba demasiado bien con la gente, ahora mucho menos con niños.

-Me gusta tu cinta. Tiene nubes y por eso he descubierto que eres un dragón disfrazado- Sin duda era un cachorro que había sacado conclusiones más apresuradas que las suyas.

Que Mi Sangre Sea Tu Tinta - XianWang - MDZSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora