Que Mi Sangre Sea Tu Tinta - XianWang - MDZS

Capítulo 8: GeGe Dragón y el pequeño Príncipe

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Que Mí Sangre Sea Tu Tinta
By. Heartless Bom
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[El arte no es mío -Créditos a su autor-]

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Capítulo 8: GeGe Dragón y el pequeño Príncipe
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A-Yuan había pasado su vida al rededor de las habitaciones privadas y la sala de asuntos de su padre, a quien todos dentro del inmenso palacio señorial llamaban sin tapujos: su Emperador.

Salía a los jardines exteriores del palacio a jugar, pero apreciaba cuando su BaBa lo sacaba a la ciudad de Yiling. Poco había ido más lejos de Yunmeng, donde vivía su Shufu de Flores y Espinos... ¡Pero él igual adoraba ir, también con Madame Yu y con el señor FengMian!

Independiente era que JingYi fuera su compañero de juegos un año menor y con quién disfrutaba de pasar tardes en los muelles, disfrutaba estar con esas personas que le habían dicho que aún si la sangre no los unía, podía llamarlos y considerarlos parte de su familia.

A-Yuan sin embargo, no entendía que era realmente un "Emperador".

Cuando su BaBa lo sacaba del palacio, la gente se inclinaba ante ellos, les sonreían y le obsequiaban cosas. El quería ser Emperador si le daban dulces por ello. Sin embargo, también escuchaba cuando la gente decía cosas: que esperaban pronto a que el Emperador hiciera oficial su título, o decían cosas sobre conseguir un Omega para que el mundo del cultivo estuviera tranquilo (cosas que no le interesaban a su BaBa)

Pero aún así, se armaba de valor y cuando le preguntaba a su BaBa sobre como fue que el nació, casi se ahoga con su vino y recuerda como le explicó que aún no eran cosas de las que él debiera saber.

A-Yuan sabía que algún día él sería un Alfa o un Omega.

Su historia favorita era la del Omega de la Cumbre Cang Qiong y sabía que rezaban al Dios lleno de Flores por su protección.
Ambos eran Omegas y sin embargo de ellos dependió que el mundo tuviera paz... El señorito ChengQin le había dicho que él había sido enviado por Lord Luo a cuidar a su BaBa, y el señor SuiBian le dijo que Su Alteza le había pedido ser su espada.

A-Yuan les pidió en más de una ocasión que lo llevaran al Reino Celestial o a la Ciudad Fantasma, pero ambos le dijeron que debía entrenar y cultivar para poder ir a alguno de ellos...

Aunque ambos decían que preferían que no fuera a ninguno.

A-Yuan era pequeño pero aunque no entendía a veces lo que querían decirle, sabía que todos lo cuidaban. A-Yuan era bien portado y cuando descubrió que BaBa tocaba la flauta, corrió al salón de instrumentos a escoger alguno para acompañarlo... Y que bonito era ese instrumento que encontró hasta el fondo del salón, en una enorme caja de cristal y tapa de oro.

Estaba adornado con muchos diamantes y perlas, pero lo más bonito para el pequeño eran los muchos grabados de nubes enredados con flores de lotos. También había un dragón y un zorro de nueve colas. No había entrado antes sin ser acompañado por alguien, pero esa noche... Su BaBa estaba tocando en su habitación y a pesar de sonreírle, se veía... Tan triste.

A-Yuan no permitiría que la bonita sonrisa de su BaBa desapareciera.
Sacando fuerzas, levantó la pesada tapa y con miedo del ruido que hizo al caer... Tomó entonces el instrumento de fina madera de color azul, casi blanco a ojos de cualquiera pero era azul perlado. Las cuerdas en cambio eran de un bello color carmín que contrastaban en armonía. A-Yuan se preguntaba porque solo había nubes en esta caja y este instrumento, dentro de este lugar.